El Ayuntamiento de Ibi acaba de poner en marcha la que puede ser penúltima intervención para consolidar y sanear el cementerio, cuya Zona 2 presenta un deterioro muy importante, que se reveló a partir de principios de 2010 con el hundimiento de un bloque de sepulturas. Ahora, se ha licitado la construcción por vía de urgencia de 200 nichos que permitirán el traslado de enterramientos de la Zona 2, para, en 2017, sanear y completar esta parte del camposanto, lo que finalizará el proceso, según ha explicado la teniente de alcalde Amparo Pina.

El consistorio, como se publicó ayer en el BOP, ha sacado a concurso la construcción de 200 nichos en el bloque 22, un proyecto firmado por el teniente de alcalde del área de Contratación Nicolás Martínez. En conjunto, la actuación contempla construir 320 sepulturas en los bloques 22, 23 y 24, pero de momento se pone en marcha una fase inicial de 200, que se levantarán en el 22. El presupuesto base de licitación es de 145.939,82 euros, por el procedimiento de urgencia, con lo que el plazo de presentación de ofertas es de 13 días naturales a partir de hoy. Posteriormente, la empresa que resulte adjudicataria tendrá dos meses para ejecutar las obras.

Amparo Pina, la edil que se ha ocupado en los últimos años de ir resolviendo la delicada situación que presenta una parcela del cementerio, explicó ayer que estos nichos servirán para poder efectuar el traslado de enterramientos desde la Zona 2, que está en ruinas. «Es la parte que tenemos clausurada y estamos planificando la reurbanización y saneamiento. Por ello, hay que vaciar los nichos de la zona 2 y reubicarlos, para lo cual se construyen los nuevos», manifestó.

La intención del gobierno municipal PP/ADIi va dirigida a resolver entre este año y el que viene la situación en el cementerio. «Nuestro objetivo es una vez se haya completado la construcción, trasladar los restos y este mismo año demoler y reconstruir toda la zona deteriorada, que se podría reutilizar en el futuro», manifestó la edil.

De hecho, el consistorio tiene pedida una subvención a la Diputación para esta última fase, que se ejecutaría el año que viene y que en cualquier caso contará con partida en el presupuesto municipal de Ibi.

Así, se cerraría un largo proceso que ha incluido multitud de intervenciones, en un problema verdaderamente delicado. Todo comenzó a principios de 2010 cuando se hundió un bloque de nichos, que obligó a la intervención de expertos forenses de la Universidad Miguel Hernández para identificar los restos mortales y trasladar los enterramientos, como así ocurrió. Posteriormente, se constató que toda la Zona 2 estaba en ruinas y se ha ido actuando de forma progresiva, trasladando restos y consolidando las estructuras, una actuación que se prevé completar en 2017.