Las Fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina vivieron ayer su día grande con la Entrada de las tropas de Moros y Cristianos que desfilaron desde el Passeig del Comtat hasta la plaza de el Plà, y que llenaron de luz y color las calles del municipio. Más de 3.000 personas participaron en el desfile que se desarrolló en un tarde muy calurosa, hecho que no impidió el lleno absoluto de la capital del Comtat.

Boatos, festeros, carrozas y bandas de música desfilaron por Cocentaina en honor a San Hipólito. La entrada arrancó a las siete de la tarde con la Filà Contestanos a la cabeza, encargada en esta edición de ostentar la capitanía por el bando de la cruz. El león rampante, icono de la filà, fue el eje central de un boato en el que participaron dos espectaculares ballets que simularon la importancia de las armas de defensa y la heroicidad de este animal. El capitán cristiano, Màxim Ferrer Sellés, apareció acompañado por su mejer y sus hijos en una espectacular carroza que simulaba un antiguo carro de guerra. Durante todo el recorrido el cargo del bando cristiano estuvo acompañado por la Banda de Música de Manacor, Mallorca.

La filà Contrabandistas siguió el desfile del bando cristiano en el que también se pudo ver a las filaes Caballeria Ministerial, Maseros, y Creuats, encargados de ostentar el cargo de abanderado que fue representado por Javier Pascual Motos. Sus caballeros y damas abrieron paso a un ballet en el que el escudo de la comparsa, las águilas, cobraba vida en una vistosa coregorafía. Su mujer y sus hijos acompañaban a Javier en una vistosa carroza.

Las filaes de Almogávares, Gentils y Cavallers de Llúria, cerraban el bando de la cruz para dar paso a la vistosidad, el color y las galas de la media luna.

Esplendor de la media luna

La filà Berebers «El Borts» arrancaba el desfile del bando moro. Esta formación era la encargada de representar el cargo de la capitanía del bando de la media luna. Un vistoso ballet que simulaba unos preciosos caballos negros abrió el boato. A este le siguieron los caballeros y damanas qeu acompañaban a las rodellas y la favorita. Tras estos primeros representantes del cargo se pudo ver a Rubén Colomina Arroyo que subido en una carroza con tintes africanos que hacía un guiño al boato que ya sacó su familia en una capitanía que ostentaron en el año 1974.

Las filaes del bando moro continuaron recorriendo las calles de Cocentaina. El protagonismo se centró en la Filà Manta Roja y su cargo de abanderado representado por Abraham Moltó.

La fiesta continuará hoy con la jornada que honra al patrón San Hipólito en la que predominan los actos litúrgicos.