Alcoy vivió ayer la segunda jornada de la Feria Modernista. Una cita turística que registró desde primera hora de la mañana multitud de participación y cantidad de visitantes extranjeros llegados de distintos puntos de la costa alicantina. Los trajes y vestimentas típicos de esta época lucieron por las calles del centro e hicieron que el público pudiera disfrutar como si hubiera retrocedido en el tiempo. A primera hora de la mañana, toda la corporación municipal, ataviada con sus trajes modernistas acudía a La Glorieta para hacer el tradicional corte de cinta. En el céntrico parque, el público pudo observar algunos oficios de la época así como colaborar en la tómbola benéfica y el pícnic.

Las actuaciones en plena calle fueron también uno de los atractivos más concurridos de la jornada. Los bomberos irrumpían en el bullicio de la calle San Nicolás para acudir a apagar un fuego simulado en la «Escola». Una figurante encarnaba a Doña Amalia que pedía auxilio para que rescataran a sus alumnos. Los cuerpos de seguridad realizaron el cómico rescate que sembró carcajadas en el público presente.

Seguidamente tuvo lugar la manifestación. La clase obrera de la época, ataviada con pancartas y vociferando pedían que los hombres no fueran enviados a la Guerra de Marruecos. El parque de Cervantes se cubrió de manteles en el llamado picnic modernista. Vecinos y visitantes reponían fuerzas antes de seguir con el programa de actividades. El colofón de la jornada lo puso la recreación de la «Cucafera» por parte de la Asociación de Sant Jordi. Un acto ya desaparecido del programa de las Fiestas de los Moros y Cristianos. El protagonista fue el Dragón, que hizo un recorrido desde la Font Redona hasta la Plaza de España. Lugar en el que se produjo la lucha entre el santo y la bestia. Gran cantidad de turistas extranjeros y de visitantes llegados de distintos puntos de la costa alicantina acudieron a disfrutar de estos actos que fueron, sin duda alguna, multitudinarios.