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Cinco colegios de Alcoy se autoabastecen de electricidad a través de placas solares

Las escuelas aprovechan la iniciativa para otorgarle una vertiente didáctica

Operarios instalando las placas solares en la escuela infantil de la Zona Norte. juani ruz

Cinco colegios de Alcoy se autoabastecen de electricidad a través de placas solares. El Ayuntamiento ha colocado instalaciones fotovoltaicas en Miguel Hernández, Horta Major, Sant Vicent, Tomás Llácer y Zona Norte, en un plan que se va a extender a otros centros de ciudad. La iniciativa, más allá de los beneficios que comporta en materia de ahorro energético, está siendo aprovechada por las escuelas para otorgarle una vertiente didáctica.

Dentro del plan director para la implantación de la Smart City en Alcoy, el Ayuntamiento está implantando instalaciones fotovoltaicas en diversos edificios públicos, entre ellos cinco centros educativos. Se trata en concreto de los colegios Miguel Hernández, Horta Major y Sant Vicent, además de la escuela de educación especial Tomás Llácer. También está en fase de implantación en estos momentos en la escuela infantil de la Zona Norte.

Gracias a estas plantas solares, los colegios en cuestión se autoabastecen de electricidad, al tiempo que inyectan en la red eléctrica de distribución los excedentes que se generan. De hecho, este es uno de los factores que está facilitando al consistorio invertir en este tipo de tecnologías. El nuevo marco normativo impulsado por el gobierno central, con la supresión del denominado impuesto al sol, propicia que este tipo de actuaciones sean rápidamente amortizables, por lo que también son muy interesantes desde el punto de vista económico.

El concejal de Educación, Alberto Belda, señala que «está claro que la principal función de este plan es el ahorro energético, pero estas instalaciones también están teniendo una función pedagógica, porque permiten a los alumnos conocer las ventajas de este tipo de energías limpias».

Una prueba de ello lo constituye el colegio Horta Major, donde su director, David Salinas, señala que «intentamos transmitir a los escolares el beneficio del ahorro de la energía y el aprovechamiento de un recurso como el sol. La única pega es que las placas están situadas en el tejado y se las tenemos que mostrar con fotografías aéreas».

También en el colegio Miguel Hernández hay una función didáctica en estas instalaciones fotovoltaicas. La directora, María Teresa Seguí, señala que «en las clases trabajamos mucho el respeto y el cuidado al medio ambiente, en cuestiones que están al alcance de los escolares como el reciclaje, los compostajes o también la reducción del consumo de electricidad. Las placas solares, por tanto, nos dan juego para incidir en estos aspectos».

El colegio de Sant Vicent acaba de estrenar su planta, por lo que todavía no se ha empezado a abordar el tema en las clases. De cualquier forma, su directora, María José Nadal, opina que «es una cosa interesante, porque mejora el medio ambiente y los alumnos lo pueden comprobar in situ».

Aparte de en los colegios, el Ayuntamiento ha instalado plantas fotovoltaicas en otros edificios públicos, como es el caso del pabellón cubierto del polideportivo Francisco Laporta o el también complejo deportivo Eduardo Latorre. El alcalde, Toni Francés, remarca que «la implantación de estos sistemas se enmarca en la hoja de ruta de la Smart City, suministrando energía limpia y renovable a distintos edificios e instalaciones públicas. Con esta actuación contribuimos al desarrollo sostenible y logramos un doble ahorro económico y medioambiental».

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