Agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Alicante han denunciado a un hombre por supuestamente colocar cebos envenenados en una parcela agrícola de la comarca de El Comtat. Según la Comandancia, en la inspección de esta parcela se encontraron varios medios de arte prohibidos para la caza y armas largas indocumentadas.

Los agentes han detallado que la detección de un cebo envenenado es muy complicada, tanto por el esmero que se pone en su ocultación, como por la alta toxicidad que tiene, pues suele tratarse de un pesticida de uso restringido, potencialmente dañino para la fauna salvaje, doméstica y para los seres humanos.

Como consecuencia, se ha denunciado a un hombre español de 63 años como presunto autor de varias infracciones a la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, Ley de Sanidad Vegetal, así como al Reglamento de Armas.

Agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Xixona, junto con los Grupos Cinológicos de València y Madrid (dotados de unidades caninas especializadas en la detección de cebos envenenados), han llevado a cabo una investigación a raíz de unas denuncias sobre varios envenenamientos en las comarcas de l'Alcoià y El Comtat, sucedidos hace unos meses.

Fue uno de estos perros el que descubrió, durante un reconocimiento de una zona cercana a una parcela agrícola de Cocentaina, una sustancia granulada de color negro en un bote de cristal, que contenía un pesticida de uso restringido, habitualmente utilizado para cebos envenendados.

Cuando los agentes pasaron a realizar una inspección más exhaustiva de la parcela, encontraron numerosas artes prohibidas para la caza tales como: dos cepos metálicos para caza, como medio masivo no selectivo; dos jaulas-trampa sin tener la autorización para su tenencia/uso; y, un aparato eléctrico reproductor de cantos y sonidos de especies cinegéticas, con mando a distancia.

Asimismo, localizaron varios manojos de espartos usados para la captura de aves, cuando se les impregnada en liga y tres armas largas indocumentadas, una escopeta municionada para su uso aún estando fuera de veda, 386 cartuchos de diversas marcas y calibre, y dos cajas de balines.

Por todos estos rastros y vestigios evidentes en el lugar de artes prohibidas, de armas largas indocumentadas, de pesticidas, así como también del hallazgo de dos urracas presuntamente capturadas con las jaulas, se pudo concluir que el propietario de la parcela realiza la caza con asiduidad y durante todo el año, sin respetar las épocas de veda.

La Guardia Civil procedió a levantar acta por tres infracciones a la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, cuatro infracciones a la Ley de Sanidad Vegetal, ocho infracciones al Reglamento de Armas, al decomiso de éstas y de las artes antes mencionadas. El pesticida de uso restringido fue trasladado a una instalación homologada en Valencia.