La plataforma «NO+Precarietat» de l'Alcoià y El Comtat denunció ayer en Alcoy la falta de viviendas sociales y de rentas mínimas para personas en riesgo de exclusión social. Y para ello dio a conocer el caso de Jordi Tormo, un hombre de 44 años que pide ayuda para cambiar de vida después de diez años en la calle y sin trabajo.

Con 44 años, Jordi lleva diez viviendo en la calle. «Me separé, lo perdí todo y pasé una depresión tremenda», explicó ayer en la plaza de España acompañado por varios miembros de la plataforma. Durante este tiempo ha dormido donde ha podido y ha sobrevivido mendigando y gracias a la ayuda de la Cruz Roja, en cuyo albergue puede ducharse tres veces a la semana, lavar la ropa y comer algo.

Desde el pasado mes de junio pernocta en una nave abandonada en el polígono industrial alcoyano Cotes Altes junto a Rubia, su perra. «Sabemos que allí también duerme algunas veces otra chica, y conocemos al menos cuatro personas más en condiciones similares», explicó Jaume Brotons, de «NO+Precarietat».

Jordi, no obstante, expresó su deseo y voluntad de «salir de esta situación», pero necesita ayuda. En unos días, tal y como insistió Brotons, ingresará en Proyecto Hombre para rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad, pero «es necesaria una solución para él, no puede salir del centro y volver a la calle».

La Protectora de Cocentaina, «Respectem-nos», también ha ayudado a Jordi, buscando una familia de acogida para Rubia mientras él esté en el programa de reinserción. «Estaba dispuesto a renunciar a esta oportunidad si no encontraba quién se quedase con su perrita, ya que es la única compañía que ha tenido durante mucho tiempo», insistió Jaume Brotons.

Las condiciones de la nave en la que vive son infrahumanas, carece de agua y luz, está rodeada de suciedad y es un lugar totalmente insalubre. «Yo lo único que quiero es vivir decentemente y trabajar. Siempre he trabajado, tengo más de 12 años cotizados, pero una vez entras en este círculo es muy difícil salir. Dónde voy a pedir trabajo, la gente me ve así [muestra la ropa que lleva] y no me quiere contratar», lamentó.

Pero la situación de Jordi no es única, y así quisieron ponerlo de manifiesto los miembros de la plataforma, denunciando «la falta de viviendas sociales, la burbuja del alquiler que ha sustituido a la inmobiliaria, la necesidad de que hayan unas rentas mínimas que puedan permitir soportar una vida digna y con unas mínimas condiciones y la falta de políticas que ayuden a las familias con hijos a través de prestaciones adecuadas».

Brotons, en este sentido, explicó que está la renta valenciana de inclusión, pero «los trámites son complicados y largos». Por ello, «estamos ayudando a todas las personas que necesitan pedirla, pero la primera traba en casos como el de Jordi es que necesitan estar empadronados. No entendemos que eso sea un impedimento para tramitar la ayuda».

Desde mediados de 2018 hasta ahora la Generalitat ha aprobado más de 400 rentas de inclusión en Alcoy, un dato que para «NO+Precarietat» resulta «alarmante».

Una vivienda social

La plataforma solicitó públicamente al Ayuntamiento que se facilite el acceso a una vivienda social a personas como Jordi, o que se habilite un espacio para acogerlas durante el tiempo que sea necesario para evitar que duerman en la calle.

La concejal de Políticas Inclusivas, Aranza de Gracia, estuvo presente durante las reivindicaciones y mostró interés por el caso concreto de Jordi, así como aclaró que «es un caso personal que la plataforma ha expuesto, pero no se puede generalizar». La edil también insistió en que «Alcoy no tiene gente viviendo en las calles, al contrario de otras ciudades», y en que son temas sensibles, y por ello invitó a la entidad a «trabajar, reunirse y aportar propuestas concretas».