Samuel San Juan también es paciente de Ictiosis. Durante su intervención relató «todo el carrusel de médicos que vivieron mis padres en busca de una respuesta» y algunos de los muchos problemas a los que se han tenido que enfrentar, como cuando en el paso de Infantil a Primaria la dirección del colegio les dijo que no podían admitirlo porque «por mi enfermedad no podría adaptarme. Sólo dos semanas tardaron en pedir perdón».

Durante su etapa educativa, siempre que alguien le preguntaba qué le pasaba respondía: «No me pasa nada, es que he nacido así». Y con esa entereza, a día de hoy todavía «no he conseguido descifrar cómo mi madre, que se rompió cundo yo nací, pudo ser capaz de mostrar siempre una sonrisa cuando yo lo necesitaba, y cómo pudo junto a mi padre cargar con una mochila tan grande cuando yo no podía con ella».

Samuel reconoció que «soy afortunado porque nunca sufrí el rechazo del entorno». No obstante, reflexionó sobre las palabras «inclusión, diversidad, concienciación, baja prevalencia y normalización», pues, en su opinión, «yo no necesito que alguien me incluya, porque sólo por el hecho de haber nacido ya estoy incluido en este mundo».