El Ayuntamiento de Alcoy ha dado a conocer que la empresa que gestiona la depuradora de la ciudad, FACSA, está analizando las aguas residuales desde el pasado mes de abril para detectar posibles rebrotes de covid-19 con antelación, y así poder aplicar un plan de contención y evitar un mayor número de contagios.
El director general de la empresa, José Claramonte, ha explicado que la primera parte del estudio se ha centrado en comprobar que «podemos detectar el virus en las aguas residuales». En concreto, «se ha encontrado material genético que no lleva carga vírica que pueda contagiar», y esto sólo sucede a la entrada del agua en la depuradora, ya que a la salida los análisis no detectan este tipo de material.
Esto supone que con la depuración habitual «es suficiente para eliminar la presencia del virus» y que, por tanto, el agua que se vuelve a verter al río o se reutiliza está limpia y «no supone un riesgo», según Claramonte.
La última fase del proyecto es la «creación de una herramienta informática que, con todos los datos volcados, permita ver la tendencia para anticiparse a posible rebrote de Covid-19».
El responsable de la empresa también ha apuntado que desde mediados de junio no se ha detectado este tipo de material en el agua residual de Alcoy, lo cual supone «una tranquilidad para la población».
Por su parte, el alcalde Toni Francés ha aplaudido que la ciudad forme parte de esta iniciativa y ha insistido en que «puede ayudarnos a preparar un plan de contención y evitar la propagación de virus».
