Los vecinos de una zona residencial de Cocentaina, en pleno casco urbano, están en pie de guerra. Desde hace días intentan aunar fuerzas y conseguir el respaldo del Ayuntamiento y entidades locales para paralizar la construcción de otra gasolinera . Los afectados denuncian el peligro que supone un depósito de 70.000 litros junto a viviendas y centros educativos, además de cambios de circulación y un aumento considerable del tráfico rodado.
El pasado 23 de junio dos propietarios de la zona residencial La Palisana, en el acceso sur a Cocentaina, recibieron la notificación de que en una antigua nave, que en su día albergó una tienda de muebles, y en el solar de detrás está prevista la construcción de una gasolinera «low cost» y un lavadero de coches. «Casi de forma inmediata empezó a correr la voz entre los vecinos», explica Juli Tormo, uno de los afectados.
Los residentes manifiestan su «ignorancia» en cuanto al funcionamiento de este tipo de procedimientos administrativos, pero han estado informándose y han mantenido una primera reunión en el Ayuntamiento con representantes del equipo de gobierno. «Nos han mostrado 100% su apoyo, y nos han explicado que ya alegaron en una primera instancia, pero que hay una ley estatal que les impide denegar los permisos pertinentes», explica otra vecina, Loli Ferrándiz.
Los propietarios de las viviendas que rodean el solar en el que está proyectada la gasolinera y el lavadero de coches han llenado sus balcones de pancartas mostrando su rechazo a la instalación de este tipo de establecimiento. «Pero esto no es sólo cosa de cuatro calles, nos afecta a todos los que vivimos aquí y necesitamos el apoyo del Ayuntamiento y de todas las asociaciones, entidades y colectivos locales para hacer más fuerza», insiste Ferrándiz.
La parcela en la que está previsto instalar la gasolinera está a escasos metros de un grupo de viviendas unifamiliares, de hecho, los patios de las casas lindarían con ella. «Esto es un peligro. En el proyecto pone que el depósito que se pretende instalar es de 70.000 litros de gasolina», denuncia Amparo Ferre, otra de las vecinas afectadas.
Además de la cercanía a las casas, Juli Tormo recalca que «de los cinco centros educativos que hay en el pueblo, cuatro están en esta zona, a escasos 500 metros», sin hablar del aumento de tráfico que supondría para una zona residencial «muy tranquila como es ésta», y los cambios en la circulación, apunta otra vecina, Mila Sansalvador.
Los vecinos disponían de 20 días para presentar alegaciones, un plazo que venció este martes, pero que han intentado prorrogar. «Lo que pasa es que todavía no sabemos si nos han concedido el aplazamiento», explica Tormo.
En caso afirmativo, los afectados dispondría, según ellos mismos indican, de otros diez días para intentar paralizar el proyecto, un tiempo «insuficiente» o «muy justo», insisten.
«Tenemos seis gasolineras en el pueblo, ocho si contamos las que lindan con el término municipal de Alcoy. No necesitamos ninguna más. Pero tampoco necesitamos otro lavadero cuando hay uno a unos 100 metros de aquí», manifiesta Mila Sansalvador.
Otro aspecto que critica Juli Tormo es que la empresa justifique su intención de instalar una gasolinera en plena zona residencial «asegurando que son jóvenes emprendedores, cuando se trata de una marca 'low cost' que tiene más de 100 establecimientos por toda España». Además, según explica este vecino, la Asociación de Comerciantes «se ha posicionado de nuestro lado, si fuese real que son jóvenes emprendedores no nos apoyarían a nosotros».
Por el momento, los afectados, además de mostrar su rechazo colgando pancartas en los balcones, han conseguido reunir 1.417 firmas. Pese a todo, se sienten «indefensos» porque «estamos luchando contra un gran negocio».
También critican que este tipo de proyectos «son un atraso cuando hablamos de sostenibilidad» y denuncian que «devaluará el precio de nuestras casas».
El PSOE pide un cambio en la normativa estatal para poder denegar los permisos
El Ayuntamiento comparte la postura de los vecinos pero asegura estar «atado de manos» por una norma superior
El PSOE de Cocentaina, al frente del ejecutivo local, pedirá al Gobierno de Pedro Sánchez un cambio en la normativa que deje en manos del criterio municipal y de las necesidades de cada localidad la posibilidad de instalar una gasolinera en el pueblo.
El gobierno contestano ha manifestado a través de un comunicado encontrarse «en un conflicto importante», dado que aunque su postura sea la misma que la de los vecinos, hay una legislación que permite la instalación de la gasolinera y «la negación por parte del Ayuntamiento a dar permisos para su instalación es un hecho delictivo».
La alcaldesa, Mireia Estepa, y la concejala de Medio Ambiente y Urbanismo, Eugenia Miguel, se han reunido con representantes vecinales y han solicitado un informe externo sobre la legalidad de instalar una gasolinera. Además, según han manifestado, «hemos hablado con alcaldes de otros municipios con experiencias similares y que ahora se encuentran inmersos en un proceso judicial, denunciados por las gasolineras por no haber hecho los trámites pertinentes».
Por todo ello, los socialistas, pese a comprender y compartir la postura de los vecinos, han asegurado que «nos sentimos atados de manos si tenemos una norma superior que hace que sea posible», y para seguir remando a favor de los afectados presentarán una declaración institucional en el pleno, que confían aprueben todas las formaciones políticas, para instar al Gobierno estatal a que modifique dicha ley que hoy por hoy imposibilita a los ayuntamiento a denegar los permisos pertinentes, tal y como han recalcado las representantes municipales.
