El período estival no ha acabado este año con la albufera de Gaianes, un hecho que se había convertido en habitual desde que resucitó hace 16 años. Fue después de un largo periodo de tiempo en que el humedal era desecado para el aprovechamiento de los terrenos como campos de cultivo. La rotura de de la conducción que servía para evacuar las aguas a un barranco cercano propició la reaparición de esta laguna de cinco hectáreas de extensión, que pasó a manos de la Conselleria de Medio Ambiente.
Desde entonces, todos los veranos han supuesto para la albufera un periodo crítico, puesto que o bien se secaba por completo o quedaba reducida a poco más que un discreto charco. Un hecho, además, que ha venido acarreando notables daños desde el punto de vista ecológico, puesto que comportaba la desaparición durante los meses estivales de numerosas especies de aves que han hecho de este humedal su casa, como el calamón, el somormujo lavanzo, garzas, fochas, gallinetas, zampullines, ánades, azulones o porrones europeos, entre otros. La fauna piscícola, compuesta principalmente por especies exóticas, pasaba igualmente a mejor vida.
Pues bien, las abundantes lluvias registradas durante el invierno y la primavera, han permitido que la albufera luzca su mejor aspecto durante este verano, en lo que supone una evidente novedad. Ese hecho ha propiciado que tanto las aves como los peces sigan disfrutando de sus aguas en una época insólita. La gota fría de septiembre pasado, y sobre todo la borrasca Gloria registrada en enero, han sido las principales responsables de que el humedal siga haciendo honor a su nombre en esta época, aunque también las generosas precipitaciones registradas posteriormente, al inicio de la primavera.
Porque son causas meteorológicas las que han propiciado esta situación, ya que el proyecto de canalización de las fuentes que garantizarían la supervivencia del humedal a lo largo de todo el año sigue sin ejecutarse. El Ayuntamiento de Gaianes, a través de su alcalde, Agustín Martínez, es el que ha venido reivindicando insistentemente a la Consellerfia de Medio Ambiente esta actuación, que de momento no se ha llegado a plasmar. Cabe recordar que el departament autonómico sí invirtió en su momento 700.000 euros para acondicionar el paraje, habilitar isletas refugio para las aves y construir un observatorio. Queda pendiente la canalización y la transformación de la masía en un centro de interpretación.
