La Conselleria de Educación está realizando mejoras en las aulas prefabricadas del colegio Bracal de Muro mientras licita las obras de construcción del nuevo centro. Las actuaciones se están centrando en la instalación de una sobrecubierta, la sustitución de ventanas y aires acondicionados y el pintado del suelo de los pasillos con un material antideslizante. La comunidad educativa iniciará el próximo lunes su duodécimo curso en barracones.
El Bracal de Muro se prepara para arrancar un nuevo curso en aulas prefabricadas. Doce años de incertidumbre en unas instalaciones que se han ido deteriorando y que presentan cada vez más deficiencias. Goteras cuando llueve, frío en invierno y calor en verano, pasillos que resbalan, aseos con grifos oxidados, un pequeño patio sin sombra y un sin fin de incidencias han sido denunciadas en numerosas ocasiones por madres y padres, profesores y los distintos gobiernos que han pasado a lo largo de este tiempo por el Ayuntamiento murero.
Después de que la Conselleria de Educación retirase la concesión a la empresa que tenía que construir el nuevo colegio por incumplimiento del contrato, la administración autonómica se comprometió a realizar las reparaciones necesarias en las aulas prefabricadas para mejorar las condiciones en las que estudian más de 400 escolares de los seis cursos de Primaria. El compromiso incluía licitar con carácter de urgencia la construcción del nuevo centro, un proceso que, según ha confirmado el alcalde de la localidad, Gabriel Tomás, está en marcha.
«Lo último que sabemos -ha explica el primer edil- es que se celebró la primera mesa de contratación y que se presentaron 17 empresas. Cinco de ellas tenían que subsanar deficiencias, por lo que todavía no se ha convocado la segunda mesa».
Mientras tanto, Educación está reparando algunas de las deficiencias que presentan los barracones, entre las que destaca la colocación de una sobrecubierta para evitar las filtraciones del tejado y que el colegio tenga que suspender las clases cada vez que llueve, así como también la sustitución de las ventanas y los aparatos de aire acondicionado para mejorar el aislamientos de las aulas y que la temperatura en su interior sea óptima para las clases.
Si bien otro de los grandes problemas era que el suelo de los pasillos resbalaba mucho, han aplicado una capa de pintura antideslizante para evitar que se produzcan caídas.
No obstante, Gabriel Tomás ha calificado de «lavado de cara» las actuaciones llevadas a cabo por la Conselleria, dado que «faltan muchas cosas por arreglar, sigue estando la grifería de los aseos oxidada, hay desconchones, agujeros y muchas otras carencias difíciles de solucionar, porque este tipo de construcciones están hechas para aguantar un par de años, pero no doce, como llevamos ya».
Un nuevo obstáculo
A las complicaciones que año tras año supone el inicio de curso para la comunidad educativa del Bracal, este año se suman los nuevos protocolos a seguir para prevenir contagios por covid. Según el alcalde ha explicado, el equipo directivo y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) se reunirán estos días para establecer cómo será la vuelta a las aulas teniendo en cuenta que disponen de un espacio «muy limitado». También está por conocer si los padres realizarán la ya tradicional protesta a las puertas de los barracones.
