El edificio de la antigua Escuela Industrial de Alcoy seguirá formando a alumnos. La Universitat Politècnica de València (UPV) ha cedido, a través de un convenio, las instalaciones al Ayuntamiento para mantener en ellas la escuela de adultos Orosia Silvestre y la municipal de bellas artes.

El profesor del departamento de Composición Arquitectónica, Juan Francisco Picó, fue el encargado de recordar la importancia del emblemático edificio. Un espacio que fue concebido como Escuela Industrial, financiado por el Ministerio de Industria Pública y Bellas Artes, a petición de los agentes sociales ciudadanos.

El autor del proyecto fue Joaquín Pla Laporta, «un arquitecto de apellidos locales afincado en Madrid», explicó. La construcción del edificio se llevó a cabo en dos fases, la primera, para la cimentación y la red alcantarillado, empezó el 19 de febrero de 1923 a cargo de la empresa «Erroz y San Martín» de Pamplona y duró entre dos y tres años.

El edificio se terminó, tal y como explicó el profesor de la UPV, el 23 de enero de 1936, poco antes del inicio de la Guerra Civil, y pese a la idea inicial, primero «fue ocupado por un destacamento militar» y poco tiempo después, y todavía antes de ser Escuela Industrial, «estos espacios recibieron al Hospital Sueco-Noruego». Tras la contienda también acogió una prisión antes de cumplir el objetivo para el que fue concebido.

Pese a todas las historias vividas entre sus muros, Picó destacó que «la mayor parte de la vida de este grande y entrañable edificio ha acogido la vida académica de muchas personas», y desde 1972 bajo el amparo de la UPV. Por ello, ayer la institución universitaria formalizó la cesión del uso del inmueble al Ayuntamiento, con el fin de que no se pierda «el ADN de este edificio, manteniendo servicios públicos de formación y la solidaridad», manifestó el rector, Francisco José Mora.

El alcalde, Toni Francés, explicó que el acto estaba previsto meses atrás, pero que «la pandemia nos obligó a retrasarlo», y recordó que «es un edificio que forma parte de la historia de Alcoy» y «significa la apuesta que la ciudad hizo por la formación y la innovación en la industria».