Los bomberos forestales de la Generalitat en Alcoy han urgido al gobierno autonómico para que acelere la construcción del nuevo parque que debe sustituir a las actuales instalaciones, y que entre en funcionamiento lo antes posible. Los profesionales de prevención y extinción de incendios recuerdan a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a Emergencias que hay un compromiso para que el recinto que reemplazará a la actual base esté terminado en 2022 y piden que esto se tenga en cuenta, a la vez que apelan a que el Ayuntamiento respalde su reivindicación.

El actual parque de los bomberos forestales se encuentra en la carretera de acceso al santuario de la Font Roja, en pleno parque natural y a unos seis kilómetros del casco urbano de Alcoy. Para los bomberos forestales, esta ubicación resulta poco operativa, ya que supone un tiempo extra en la mayoría de los desplazamientos, salvo que la emergencia se dé en la propia Font Roja. «Simplemente para llegar hasta el polideportivo [la entrada a Alcoy por esta carretera] tardamos diez minutos», según explica Óscar Belda, uno de los agentes del parque. A la pérdida de tiempo -que puede ser vital en muchos casos- se unen además las condiciones de la carretera, con algunas curvas cerradas y donde suelen producirse heladas en invierno, lo que ya ha ocasionado «algún susto», señala Belda.

No obstante, el principal problema que denuncian los bomberos forestales es de la precariedad de las instalaciones. El parque es en realidad una pequeña casa que no tiene conexión a la red de agua corriente y que se abastece de un depósito que, hasta el año pasado, debían llenar los propios bomberos. Tampoco hay conexión al tendido eléctrico y la luz se genera a través de placas solares, «pocas y con las baterías ya viejas», por lo que es frecuente tener que recurrir a «un generador que funciona a gasolina, estando en pleno parque natural», comenta el mismo agente. A eso se suma el hecho de que, por las dimensiones de la casa, «es imposible mantener distancias de seguridad».

Belda señala que la Sociedad Valenciana de de Gestión Integral de los Servicios de Emergencias (SGISE), la empresa pública adscrita a la Conselleria de Justicia para la que trabajan los bomberos forestales, les ha ofrecido trasladarse al parque de emergencias ubicado en Onil, construido hace apenas una década y que sí cuenta con unas instalaciones óptimas. Sin embargo, han preferido no hacerlo porque eso implicaría «dejar sin servicio a Alcoy», un municipio que resulta estratégico para el cometido de estos profesionales al coincidir en su término municipal dos parques naturales diferentes y otros espacios de relevancia forestal. En cualquier caso, sí deben desplazarse al citado parque de Onil o al existente en Planes cuando tienen que trabajar en horario nocturno -45 días al cabo del año-, porque las instalaciones de la Font Roja no reúnen las condiciones. Con ello, la zona se queda de todos modos desatendida esas noches.

Está prevista la construcción de un nuevo parque de bomberos forestales con las dotaciones necesarias en el polígono industrial El Clérigo, en el entorno del polidepotivo de Alcoy, una ubicación que permite una fácil accesibilidad tanto a la Font Roja como a cualquier otro punto. Las conversaciones para llevarlo a cabo comenzaron en 2017 y, finalmente, en mayo de 2019 el Ayuntamiento cedió a la Generalitat una parcela de 7.200 metros cuadrados. Entonces se fijó como plazo para que estuviera ejecutado el año 2022.

Sin embargo, Belda critica que «desde entonces no sabemos nada». Los bomberos forestales temen que el proyecto esté «olvidado en un cajón», por lo que apelan a que las administraciones no lo dejen de lado. También ha insistido en esta cuestión el diputado autonómico de Vox David García, quien visitó la semana pasada las instalaciones de la Font Roja y denunció la «situación denigrante, de abandono total» en la que se encuentran los profesionales.