El pleno del Ayuntamiento de Alcoy ha aprobado este jueves el plan para la peatonalización del centro, con los únicos votos en contra de Ciudadanos y Vox. La ordenanza ha salido finalmente adelante con 16 apoyos, los de los cuatro ediles de Guanyar Alcoi y Podem más los 12 del equipo de gobierno socialista, después de que se incluyeran en la ordenanza las propuestas acordadas entre toda la oposición, y que fueron consensuadas a última hora de ayer con el gobierno municipal. Pese a esta modificación del texto inicial, no obstante, los dos concejales de Ciudadanos y el de Vox han mostrado su rechazo en la votación, mientras que PP y Compromís, seis ediles en total, han optado por la abstención.

Entre las propuestas planteadas por la oposición y que ha recogido el equipo de gobierno en el texto que finalmente se ha llevado a pleno está la distinción entre zonas estrictamente peatonales y otras de preferencia peatonal, que en la práctica tendrán más relevancia puesto que calles principales como San Nicolás y San Lorenzo tendrán esa consideración. A estas zonas podrán acceder en horarios determinados los residentes, una condición que en principio sólo iban a tener los empadronados en estas calles pero que finalmente se ha extendido también a quienes vivan de alquiler pero no estén empadronados; aunque no se ha citado en ningún momento de manera expresa, ésa es la situación en la que se encuentran, por ejemplo, los estudiantes del Campus de la Universitat Politècnica de València que residen durante el curso en el centro de Alcoy, y que podrán acceder a estas calles, así como a los garajes, en los horarios específicos estipulados en las mismas condiciones que los residentes permanentes.

También se amplía el horario de acceso de vehículos de carga y descarga, así como para personas de movilidad reducida, o bien de acceso a garajes, así como para vehículos de reparto de comida. Por su parte, las bicicletas y otros vehículos de movilidad personal -excluyendo las motocicletas y los ciclomotores, obviamente- podrán entrar en las zonas de preferencia peatonal sin restricciones horarias, entre otras modificaciones que se han introducido en la ordenanza. El concejal de Movilidad Sostenible, Jordi Martínez, se ha felicitado del consenso en las negociaciones llevadas a cabo anoche, si bien ha expresado que "en algunos casos consideramos que somos excesivamente laxos". "Tendremos más vehículos en las calles de los deseados inicialmente", ha añadido, para después apuntar que "también es cierto que estas cosas se deben consensuar".

Pese a su posterior abstención, el portavoz del PP, Quique Ruiz, se ha felicitado de que "hemos conseguido una ordenanza que diferencia entre zonas peatonales y de preferencia peatonal", junto con las modificaciones alusivas a la ampliación de horarios de acceso y de la condición de residentes. Además, ha aseverado que, al haber actuado de manera conjunta todos los grupos de la oposición en este proceso, "hemos conseguido romper una forma de trabajo del equipo de gobierno de ir uno a uno, a ver a quién se lleva al huerto". A su juicio, ahora "la ordenanza está menos verde", aunque "tendremos que concretar algunas cosas" más adelante.

Por su parte, la concejal de Compromís Elisa Guillem, que ha defendido la postura de su grupo en este pleno, ha criticado la "falta de información" y el "caos" por parte del equipo de gobierno, que ha llevado, en su opinión, a "romper el acuerdo que había desde hace 30 años" con los comerciantes del centro. También ha criticado, al margen de "las prisas" y "la soberbia" del equipo de gobierno en este tema, que "no tenemos aparcamientos disuasorios, ni dinero para hacerlos", y que "la revitalización del centro depende de que sea un lugar amable para vivir, con todos los servicios" y no únicamente de que se den condiciones favorables para el desarrollo de la actividad hostelera en sus calles. También ha dicho que "no sabemos qué pasará con el transporte público".

El edil de Ciudadanos Marcos Martínez, que ha intervenido en nombre de su grupo, ha lamentado que "no han sido consultados los ciudadanos de Alcoy ni se han escuchado sus reivindicaciones" en este tema, y ha hecho hincapié en que "la calle San Nicolás es una vía de acceso, un puente entre barrios" para la que no hay un itinerario alternativo, por lo que debería haber quedado fuera del plan. Se ha preguntado, al respecto, si "vamos a contaminar menos o vamos a trasladar la contaminación".

Para Aarón Ferrándiz, de Podem, la ordenanza de peatonalización "es una oportunidad, pero siempre que tengamos la capacidad de hacer las cosas bien; es un punto de partida, un primer paso", pero "queda trabajo por hacer", ha añadido. "Hubiera estado bien que nos hubiéramos juntado antes", y que la negociación "no hubiera sido tan forzada" y tan a última hora. El edil, no obstante, se ha mostrado "convencido de que a través de la comisión de seguimiento todos podremos mejorar este proyecto".

También Pablo González, de Guanyar, ha criticado la "falta de participación" y ha afirmado que "parece que el equipo de gobierno tiene miedo a la gente". A su juicio, "nos podríamos haber sentado antes a negociar", y echa en falta aspectos como aparcamientos disuasorios. Pese a ello, ha valorado que se hayan consensuado algunas propuestas a última hora y ha dicho que pese a todo "daremos un voto de confianza" a la ordenanza.

Mientras tanto, el concejal de Vox, David Abad, ha criticado que "se ha hecho la ordenanza pensando sólo en el centro", puesto que se trata de un proyecto que afecta a toda la ciudad, entre otras cosas porque el tráfico que deje de pasar por el centro se desviará a otros barrios, que sufrirán sus consecuencias. "Lo que no podemos hacer es poner en marcha la ordenanza y luego ver qué pasa", ha señalado.

En sus turnos de réplica, Jordi Martínez ha recriminado a Guanyar y Podem que de partida pretendieran dar acceso libre a los residentes, sin restricción horaria; "midámoslo en CO2", les ha emplazado. También ha echado en cara a Elisa Guillem que "no ha venido a las reuniones que hemos convocado ni como concejala ni como vecina" y que la primera reunión con un grupo de la oposición tuvo lugar el 24 de septiembre, tras la petición del PP. A su juicio, Quique Ruiz "puede estar contento, porque ha unido a toda la oposición, se ha convertido en un referente", ha dicho de manera irónica. Ha señalado que, en cualquier caso, "no tendremos los mismos vehículos que ahora", y ha defendido la restricción de paso en San Nicolás porque "el que sube por esa calle no viene al centro a comprar, sino que pasa de largo, sólo genera perjuicios". Más adelante ha reiterado que "pensaba que iba a negociar con la izquierda", pero Guanyar, ha dicho, "ha pactado con una derecha capitaneada por el PP", y ha lanzado otro dardo sarcástico a Elisa Guillem, al decirle que "absteniéndose en estos temas es como mejora la ciudad".

El alcalde, Toni Francés, ha señalado tras la votación que en el proceso "ha habido diálogo y participación; es cierto que el consenso no siempre es posible en proyectos que hablan de cómo se debe entender el futuro de una ciudad". Esto responde, ha dicho, "a las diferencias ideológicas y de valores que tienen los partidos de forma legítima". En su opinión, el plan aprobado hoy supone "un centro más dinámico para todos" y "una mejora de la calidad de vida". También ha dicho que "no ha habido ninguna ciudad que no haya tenido contestación de inicio", pero tampoco "ninguna que haya dado un paso atrás". Al mismo tiempo, ha criticado que "partidos de izquierdas han asumido propuestas de la derecha", en alusión a la unión de todos los grupos a las propuestas planteadas inicialmente por el PP y a la abstención final de Compromís.