¿Qué le ha llevado a presentarse a las elecciones a la dirección del campus?

Un grupo de profesores hemos preparado un proyecto que creemos que puede significar un crecimiento del campus. Ahora es el momento de hacer una segunda revolución, tras la que supuso hace 20 años la puesta en funcionamiento de las instalaciones de Ferrándiz y Carbonell. Pensamos que es necesario hacer un proyecto de crecimiento para los próximos diez años, con vistas a incorporar nuevas titulaciones y alcanzar la cifra de 4.000 alumnos.

¿Qué cree que ha fallado en la gestión del equipo de Juan Ignacio Torregrosa?

No es que haya fallado algo, ya que la labor del día a día se ha hecho adecuadamente. Sin embargo, creo que hay que dar un paso más, hacer una buena planificación de futuro, en la que no se ha pensado. Hace falta más profesorado y laboratorios e infraestructuras adecuadas. Queremos tener una oferta con másteres y poder hacer doctorados dedicados a la industria.

Habla también de la incorporación de nuevas titulaciones. ¿Cuáles?

Algunas que no tenemos aquí, como las relacionadas con la tecnología digital, caso de las aplicaciones del 5G. Y también, otras vinculadas al medio ambiente, las energías sostenibles, la computación industrial, los biomateriales o la bioinformática [aplicación de la informática y la estadística al análisis de datos biológicos]. Además, hay que apostar por ser los únicos en la UPV que tengamos esas titulaciones, que no estén también en València o en otros campus, ya que eso nos permitirá captar más alumnos.

¿Cómo valora la relación con el tejido socioeconómico del entorno?

El logro de la universidad es la transferencia de conocimiento y tecnología. Debemos conectar con el ámbito empresarial, dar a la industria aquello que necesita para adaptarse a los tiempos. Por eso apostamos por la creación de un órgano consultivo, en el que estén representados tanto los empresarios como otros estamentos y agentes sociales de nuestro entorno.

Aludía también a la necesidad de incrementar el profesorado...

Debemos consolidar la plantilla; si estabilizamos al profesorado se quedará aquí, y también investigará aquí. Por lo tanto, es muy importante, también para dar cobertura a las titulaciones que queremos implantar. Y para eso, además, necesitamos unas instalaciones y una tecnología adecuadas. Un ejemplo: la implantación de tecnologías 3D permite simular laboratorios; pues bien, queremos que el campus de Alcoy sea el que comience a programar esa estructura de laboratorios virtuales. Además, creemos que eso también resultaría atractivo de cara al alumnado.

¿Cómo valora la creación de empresas en el seno del campus?

La UPV está haciendo una política muy buena en eses campo, lo que nos falta es tal vez aprovecharla más. Debemos formar parte del conocimiento generado en la universidad, convertirnos en un «hub» de transferencia tecnológica y también de formación.

¿Qué papel juega el campus para el desarrollo urbano y social de Alcoy?

El éxito del campus de Alcoy es que está en el corazón de la ciudad. El traslado a la plaza de Ferrándiz y Carbonell le dio mucha más presencia visual y social, y al mismo tiempo dio más vida al centro. Pero tal vez una forma de revitalizar aún más la zona sea la rehabilitación de edificios por parte de la Universidad, para trasladar allí dependencias docentes y de investigación, en un crecimiento del campus como el que proponemos en nuestra candidatura.