Con una curva de contagios que no para de crecer ha irrumpido el frío y la lluvia en la provincia de Alicante. El protocolo para evitar la propagación del virus en los centros educativos es muy claro: limpieza, desinfección y ventilación. Tres normas fundamentales para evitar que alumnos de todas las etapas educativas se contagien mientras continúan su formación académica.

El uso de mascarillas, la limpieza de pies al entrar a las aulas, la desinfección de todo el material, el lavado de mano y la toma de temperatura forma parte del día a día de este sector de la población.

Sin embargo, otra de las recomendaciones es abrir las ventanas para mantener «un ambiente sano en las instalaciones», tal y como reza en el protocolo publicado por las consellerias de Sanidad y Educación. Una medida que hasta ahora pasaba desapercibida, pero que con el descenso de las temperaturas que se está registrando esta semana, sobre todo en el interior de la provincia, está suponiendo algún que otro quebradero de cabeza.

Alumnos de Primaria dando clase en un centro educativo de Alcoy sin quitarse las chaquetas para mantener abiertas las ventanas. Juani Ruz

Los alumnos han pasado de hacer frente únicamente al covid-19, a tener que lidiar con el frío y la humedad de estos días. Y es que en poblaciones como Alcoy, Banyeres, Agres o Benimassot, ayer se alcanzaron mínimas de 10 grados centígrados. Esta situación propició que muchos escolares de Infantil y Primaria, así como estudiantes de Secundaria y Formación Profesional, empezaran a utilizar ropa de abrigo dentro de las aulas.

David Salinas, director del colegio público Horta Major, en Alcoy, explicó que «tenemos las ventanas abatidas para que no entre tanto frío y se mantenga una correcta ventilación», así como las puertas también permanecen abiertas para, además de favorecer un ambiente sano de las instalaciones, «evitar que los alumnos vayan tocando los pomos».

En este centro ayer los escolares y los profesores ya iban ataviados con abrigos y chaquetas, y este año «hemos avisado a las familias que tendrán que empezar a ponerles camisetas térmicas antes de lo habitual». De hecho, «no descartamos, cuando bajen más las temperaturas, aconsejar que traigan pequeñas mantas para taparse las piernas».

Aunque pueda parecer absurdo, los centros educativos no descartan encender la calefacción pese a tener las ventanas abiertas, con la intención de aliviar, en la medida de lo posible, el frío en las aulas.

También los estudiantes mayores han empezado a buscar soluciones. De hecho, alumnos de un instituto alcoyano, según pudo conocer este diario, ayer empezaron a llevar mantas a clase para hacer frente a un curso complicado, ya no solo por la pandemia, sino también por las condiciones climatológicas que van a tener que soportar.

Humedad

A lo largo de la jornada de ayer las temperaturas alcanzaron los 17 grados de máxima en el interior de la provincia, pero la humedad relativa del 95% propició que la sensación térmica no superase los 13 grados.

Con esta primera bajada importante de temperaturas arranca una larga temporada en la que las comunidades educativas tendrán que agudizar el ingenio para que los alumnos planten cara a la covid-19 y al frío.