Un reto de grandes alturas

Un reto de grandes alturas

Kike Alcaraz y Ximo Font ya pueden presumir de haber conquistado los ocho miles de la provincia de Alicante en 41 horas «non stop». Un reto duro, que planificaron con el objetivo de poder realizar alguna prueba deportiva fruto de la suspensión de todas las que tenían previstas para este 2020 a causa del coronavirus. Un objetivo en el que estuvieron acompañados en algunos de los tramos por amigos y familiares, quienes proporcionaron a estos dos deportistas de Cocentaina comida y muchas dosis de ánimo y empuje, ingrediente esencial para conquistar su meta. Un total de 208 kilómetros y más de 10.000 metros de desnivel positivo acumulado que completaron sin lamentar incidentes.

Desde el Menejador hasta el Montcabrer pasando por el Cim dels Plans, la sierra de Aitana, el Puig Campana, la Malla del Llop, el Pla de la Casa y el Benicadell, Kike y Ximo consiguieron completar su reto; recorrer las ocho montañas de más de mil metros de la provincia sin descanso. De día y noche, estos dos deportistas contestanos, realizaron su aventura deportiva con el objetivo de satisfacer su sed de competición que actualmente y desde hace unos meses se encuentra en receso debido a la situación sanitaria.

Como indica Kike Alcaraz, «era un reto que teníamos en mente desde hace unos tres años, pero por motivos familiares o por estar centrados en otras pruebas no habíamos podido hacer realidad, y en mi caso tras la suspensión del Gran Trail del Aneto a causa de la situación sanitaria vi el momento de llevarlo a cabo y saciar esa sed de objetivos que tenía». Destaca que «terminar el recorrido sin incidentes es sin duda el mejor de los resultados y satisfacción; hubo un momento de madrugada que nos perdimos y llegamos al avituallamiento tarde, un factor que sumado al sueño y cansancio nos hizo pasar un ratito de angustia, pero sabes que son factores que pueden ocurrir y los contemplas de antemano, sobre todo cuando te preparas mentalmente que es otro de los grandes pilares además del físico».

Asegura que «aunque estamos muy acostumbrados a grandes pruebas, en estas siempre te exiges más y te pones más en peligro porque quieres cumplir objetivos y marcas, en este caso hacerlo por disfrute hace que el reporte moral sea mucho mayor».

Ambos deportistas no descartan otro reto de este calibre aunque tal vez dentro de unos años, «hay que darse un respiro y atender otros aspectos como la familia, ya que el sacrificio de entrenamiento hace que tengas que dedicar muchas horas y dejar de lado otras cosas» sentencia Alcaraz.

Aventura fotográfica

Durante el reto estuvieron acompañados por Rafa Romero, un amigo y fotógrafo que se encargó de acompañarlos en algunos tramos para captar algunos de los momentos más representativos del reto. Romero asegura que «captar el esfuerzo y esos momentos en los que sacaron fuerzas de donde no las tenían, es sin duda una satisfacción interior; aunque sin duda, el momento de la llegada a Cocentaina cuando vieron a su familia y a toda la gente que se volcó para apoyarles, fue la guinda».

Puntualiza que, además de dejar grabado el reto, «sirve para que ellos vean desde fuera lo que han hecho, cuando estás metido no reparas en algunos detalles que después observas en las fotografías».