La represión sufrida por 200 mujeres destacadas durante la época republicana y posteriormente el franquismo ha sido objeto de análisis en el libro «Tiempo de Sombras, la Represión en Alcoy». Un ejemplar que desgrana un crudo capítulo para más de 3.000 alcoyanos, entre los que destacan este grupo de féminas. Sus ideales políticos contrarios a los que reinaban en una primera fase, durante la época republicana y a partir de 1939 con la llegada del franquismo, fueron el objeto de este sufrimiento. Un hecho que Guanyar Alcoy reclama que sea reconocido de alguna forma por el gobierno local y que sus nombres queden grabados en la memoria de la ciudad.
Los historiadores e investigadores Josep Lluís Santonja, Angel Beneito, Francisco Moreno han dado luz verde a la historia de los 3.000 represaliados alcoyanos que sufrieron las consecuencias de su ideología. El estudio contempla dos etapas, una primera que ilustra las represiones por la contrariedad a las ideas de izquierdas y una segunda, con las discriminaciones que provocó la implantación del franquismo, aunque en ambos intervalos reinó la represión.
El director del archivo municipal de Alcoy, Josep Lluís Santonja participante en la investigación y edición del libro indicaba que «durante nuestro análisis hemos visto que la depuración femenina durante la época republicana estuvo centrada en las maestras que tenían una tendencia católica o eran de derechas, fueron sin duda las más perseguidas». Sin embargo destacaba que «con la llegada del régimen franquista todas las enfermeras que trabajaban en el hospital civil cuando acabó la guerra se fueron a la calle; un hecho que muestra que al final la distinción de ideologías era castigada según quien gobernara en dicho momento».
En cuanto a las consecuencias que la represión supuso para muchas de estas mujeres Santonja explicaba que «hubo algunas que se exiliaron, otras que fueron procesadas y otras que estuvieron en la cárcel».
En los estudios realizados hay algunos de los nombres que suenan con mayor fuerza. Palmira Laliga destaca de forma reseñable; esta mujer fue una representante del Partido Socialista y por ello fue represaliada. También destaca la persecución de Manuela Botella, hija del alcalde que a pesar de ver como mataban a su padre tuvo que ir a la cárcel.
En palabras de Santonja «si uno de los familiares estaba en la lista se buscaban los apellidos y se perseguía al resto de miembros de la misma, por lo que en este caso muchas mujeres se veían afectadas».
Visibilidad
Tras la publicación de este libro el grupo político Guanyar Alcoy solicitaba al pleno municipal un reconocimiento al callejero para al menos 122 mujeres de todas las citadas en este estudio.
La petición fue rechazada en la sesión pero desde el partido reiteran la importancia de realizar algún tipo de reconocimiento sobre todo a las que sufrieron represiones durante la época franquista y así eliminar los vestigios que quedan en la ciudad sobre esta época.
Aseguran que esta era una de las propuestas contempladas dentro del Plan de Igualdad 2015-2019 de la ciudad y que de momento no se ha cumplido por lo que solicitan se materialice.
