El Consell apuesta por la agricultura y la ganadería frente a los incendios en la Font Roja

El anterior Plan de Prevención de Incendios Forestales de la Font Roja databa de 2006, y se encontraba prorrogado desde 2018 al finalizar su vigencia prevista. La revisión que se realiza ahora cuenta con cuatro bloques, uno de los cuales se centra en las actuaciones para la prevención en sí. Entre ellas, la elaboración de un estudio de puntos estratégicos para actuar ante una eventualidad, la ejecución de las infraestructuras pertinentes, la mejora de las áreas de uso público y el impulso a las actividades agropecuarias. En otro de los bloques se abordan los fuegos ocurridos en el espacio natural en los últimos diez años y se hace un diagnóstico de la situación actual del parque. Las medidas específicas de protección y la memoria económica configuran los restantes capítulos.

En el caso del fomento de la actividad agrícola, la iniciativa pasa por impulsar la recuperación y el mantenimiento de parcelas ubicadas dentro del espacio natural, y que contribuyan a la prevención de incendios. En este sentido, se tienen especialmente en cuenta las zonas de cultivo ubicadas junto a las infraestructuras de prevención de incendios que ya existen. Entre otras medidas, se contempla la realización de un inventario de parcelas, así como la posible aplicación de subvenciones y el establecimiento de convenios con los titulares de los terrenos en caso de que sean privados. También se cita expresamente la colaboración de los trabajadores del parque natural en el mantenimiento de zonas cultivadas.

El presidente de la Junta Rectora del parque de la Font Roja, Jordi Tormo, hace hincapié en el beneficio que supone «mantener la superficie limpia gracias al uso tradicional de la agricultura», ya que la tierra labrada supone un freno al fuego en caso de un incendio. Por este motivo, la pervivencia o la recuperación de la actividad agraria es un punto a tener muy en cuenta. En el parque y su entorno, tanto en la vertiente correspondiente al término municipal de Alcoy como en la que recae a Ibi, hay cultivos tradicionales abancalados, principalmente almendros, aunque bastantes de ellos están en desuso.

No obstante, desde el propio parque natural se han realizado algunas iniciativas experimentales en terrenos de titularidad pública, tal y como recuerda Tormo, cuya continuidad se contempla por sus buenos resultados. Se plantaron cereales en el entorno del Mas de Tetuan, con el objetivo de mantener en uso las tierras -aunque sin una finalidad productiva-, lo que contribuyó al mantenimiento de la superficie.

Gestión forestal

Otra de las líneas en las que se prevé trabajar es en el aprovechamiento de la leña para uso doméstico de los residentes en la zona, o bien para alguna actividad industrial. Jordi Tormo destaca acerca de esto que, por una parte, se eliminan del monte residuos que en caso de un incendio pueden ser peligrosos, como árboles y ramas que hayan podido caer, y por otro se optimiza un recurso natural.

En otra actividad piloto desarrollada a principios del año pasado, se puso a disposición de residentes en el parque y propietarios de fincas una trituradora para poder transformar la madera en biomasa. El presidente de la Junta Rectora del parque señala que se contempla la idea de seguir trabajando en esta línea y quiza abrirla también a voluntarios.

Los animales como unas desbrozadoras naturales y limpias

La mención a la ganadería en el Plan de Prevención de Incendios Forestales de la Font Roja pone de manifiesto la importancia de estas actividades, por la función que los animales realizan como desbrozadoras naturales y no contaminantes. Aunque ahora mismo no hay en marcha ninguna actividad al respecto, en los últimos años se han llevado a cabo algunos intentos para impulsar el pastoreo en el entorno del parque, con la implicación directa o indirecta de los Ayuntamientos de Alcoy e Ibi. El ganado contribuye a mantener limpio el monte y también a esparcir semillas, dado que ovejas y cabras las llevan en sus pezuñas de un sitio a otro.