Un informe revela que en Alcoy 10.029 personas tienen rentas por debajo del umbral de pobreza. El dato es una de las consecuencias del incremento de usuarios que viene registrando el departamento de Servicios Sociales desde 2019 y que se intensifica en 2020 por la crisis sanitaria. El estudio también alerta del envejecimiento de la población y la emigración de mano de obra a otros municipios.
El informe de pobreza de Alcoy arroja datos destacado como el crecimiento de usuarios de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Después de registrar un importante descenso en 2018, con 2.645 usuarios, en 2019 la cifra sube ligeramente hasta 2.651 y solo en el primer trimestre de 2020 se dispara hasta lo 3.118 usuarios, una cifra que, a falta de analizar la evolución anual, «indica un aumento potencial de las personas en situación de exclusión social por la situación del covid-19», según reza en el documento.
En cuanto a intervenciones realizadas por el departamento municipal, la tendencia es similar a la anterior con un total de 3.629 intervenciones en el primer trimestre del pasado año, una cifra «muy superior al número de intervenciones realizadas en los años completos anteriores» lo cual deja patente que las necesidades a cubrir por cada uno de los usuarios que acuden a Servicios Sociales «ha aumentado exponencialmente por encontrarse en una situación mucho más vulnerable».
El informe también destaca la cronificación de la dependencia de este tipo de ayudas. En concreto detalla que «a partir del año 2017 el número de intervenciones es superior al de usuarios, mientras que en los años anteriores los datos en ambos indicadores eran bastante similares», lo cual indica que «el perfil del usuario en esos años es el de usuario crónico, con una multiproblemática mayor, que su situación se prolonga en el tiempo y no tiene recursos propios para solucionarla», dado que se trata de años en los que «ya es patente la recuperación económica».
La dependencia de ayudas sociales es una situación que vienen detectando en los últimos años entidades como Cruz Roja y el economato de Cáritas, tal y como ha recogido en numerosas ocasiones este diarios. De hecho, cabe recordar que en los últimos tiempos Cruz Roja cuenta con recursos para ayudar a las personas vulnerables a reinsertarse en el sector laboral para poder superar dicha situación.
Volviendo al estudio, en él se resalta el envejecimiento de la población alcoyana, el cual «cada vez es más elevado». Este dato, al margen de otros problemas, «va a llevar a la economía del municipio a encontrarse -según el informe- con un problema estructural en un periodo de tiempo, no muy grande, cuando no encuentre reemplazo generacional cuando la generación del baby boom abandone el mercado laboral por jubilación en los próximos años». El último dato del índice de renovación de la población activa que ofrece el documento, asimismo, es de 2019 y es 5 puntos superior (73,8) al del conjunto de la provincia (78,3).
En este sentido, el informe insiste en la pérdida de población en edad de trabajar (16-64 años) que ha registrado la ciudad en los últimos años pese al crecimiento general de la población, lo cual indica, según el documento, que «hay una clara emigración de la mano de obra hacia otros municipios [...] por la crisis que ha vivido la economía alcoyana, y de la que no termina de recuperarse».
Otro indicador que se analiza es la tasa de riesgo de pobreza, la cual «es una medida de pobreza relativa que se obtiene con el porcentaje de personas cuya renta equivalente está por debajo del umbral de pobreza». En este aspecto, el informe cuantifica en 10.029 las personas que tienen una renta por debajo de dicho umbral en Alcoy. Asimismo, otro dato que se destaca es que aproximadamente 12.985 habitantes del municipio están en riesgo de exclusión social.
En cuanto a la renta media por unidad de consumo, el documento apunta que en el periodo analizado (2014-2019) «sí se estaba recuperando paulatinamente» dicho indicador, pero que, a su vez, «hay un segmento de población que ha perdido poder adquisitivo», datos que «dejan patente que hay un aumento de la desigualdad económica y social entre la parte de la población que percibe una renta cada vez más elevada» y la que presenta «mayor inestabilidad económica y laboral».
