Favorecer las relaciones interpersonales, mitigar los posibles sentimientos de soledad y fomentar las dinámicas de motivación y procesos de envejecimiento activo son los principales objetivos del programa que el Ayuntamiento de Alcoy ha puesto en marcha para personas mayores de 65 años que viven solas. La idea surgió a raíz de la reactivación del dispositivo telefónico para atender a este colectivo durante la tercera ola de la pandemia, explica la técnico municipal Rosana Costa, quien destaca que ya cuentan con más de 300 personas inscritas en las diferentes actividades que se ofertan.
La concejalía de Gent Gran, con Carolina Ortiz a la cabeza, realizó un total de 1.525 llamadas a personas mayores entre el pasado 25 de enero y el 5 de febrero, detectando la necesidad de ofrecer actividades online para, principalmente, luchar contra la temida soledad. Se trata de un programa paralelo al de las Aulas de la Tercera Edad que incluye ejercicio físico, grupos de conversación, seminarios de arte y pintura o de emociones, estimulación cognitiva y talleres de escritura creativa y de lectura comentada.
La relajación de las restricciones permite desde mediados de mayo que la actividad física se realice en el cauce del río, en el itinerario conocido como Riverfit, bajo la supervisión de la monitora Malena Solbes. Unas 40 personas, en su mayoría mujeres y organizadas en grupos de 10, participan en esta actividad. Inician el recorrido desde el acceso al río por el parque de Cervantes y caminan hasta el final, donde realizan ejercicios.
«Es una ruta ligera y lo que hacemos es acompañar a las personas mayores, ser su apoyo, conversar con ellas», explica Malena Solbes. «En esta actividad se trabaja la psicomotricidad» a fin de fomentar que «en el día a día hagan bien los ejercicios» y «evitar lesiones», detalla.
El departamento de Gent Gran del Ayuntamiento de Alcoy oferta actividades para personas mayores de 65 años que viven solas.
Una de las usuarias, Emilia Peidro, asegura que «esto nos da vida y nos sienta genial». Al igual que otras compañeras, insiste en que «hemos notado mejoría», pero sobre todo destaca la importancia de «relacionarnos con otras personas», después de un año tan complicado como consecuencia de la covid-19.
«Queremos más actividades, porque necesitamos establecer horarios y crear obligaciones», ya que «en casa no hacemos este tipo de ejercicios», explica Juani Casasempere, quien también destaca que «al ser al aire libre nos hace sentirnos más seguros».
A la parte física se suman talleres tan importantes como el de estimulación cognitiva, planificados y supervisados por la trabajadora social y técnico en animación sociocultural Mariola Colomina, e impartido de forma online por la dinamizadora Cristina Gil, de MiActividad.com. En ellos «se trabaja la atención, la concentración, la memoria, la escritura, el cálculo y el vocabulario». El hecho de trabajar online «ya supone todo un reto para ellos», explican.
Enumerar los pasos a seguir para ducharse, escribir un determinado número de palabras que empiecen por una sílaba concreta o resolver acertijos son algunos de los ejercicios planteados. Las adivinanzas son precisamente uno de los puntos fuertes de María Carmen Amat y Juan Vilaplana, dos de los 40 usuarios que están «encantados» con la actividad, ya que les permite mantener «la mente activa».
Además, la empresa que ofrece la estimulación cognitiva también da clases de gimnasia a través de internet y está organizando un «café online» para que interactúen entre ellos. María Carmen Amat y Juan Vilaplana están deseando poder apuntarse.
