El Palacio del Marqués de Dos Aguas es el edificio más reconocible de Onil y el que articula toda la vida pública de la localidad. Ha albergado hasta hace poco la Casa Consistorial y también ha sido sede de dependencias como la Policía Local y la oficina de turismo, y tanto el edificio en sí como su claustro son sede de cualquier acontecimiento solemne que se celebre. Pero no hay que remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar el punto de inicio de este papel fundamental del Palau; exactamente hasta el 16 de julio de 1971, cuando el Ayuntamiento adquirió el inmueble.
El Ayuntamiento conmemoró esa compra el día en que exactamente se cumplieron 50 años desde que el Palau pasó a manos públicas, con un homenaje a todos los que lo hicieron posible; entre otros, los miembros de la corporación municipal de entonces. En la cita se reunieron, además, alcaldes y concejales de todo este tiempo. «Un acto muy emotivo», tal y como señala la alcaldesa de Onil, Humi Guill, para recordar «el esfuerzo» puesto entonces para que el edificio pudiera recuperarse y utilizarse como espacio público, después de unos minuciosos trabajos de restauración que se prolongaron por espacio de 20 años.
En el claustro superior del Palau se ha habilitado una exposición en la que se repasa cómo se produjo aquella adquisición, así como el estado en el que se encontraba el palacio entonces. El edificio albergaba varias viviendas, a las que el claustro, cuyas arcadas estaban tapiadas, les hacía la función de patio. Pero además, parte del actual espacio central estaba ocupado por una almazara. La compra del inmueble costó 3.800.000 pesetas, que se sufragaron en parte vendiendo la antigua Casa Consistorial, que se encontraba enfrente y que fue demolida tras el traslado del Ayuntamiento.
La alcaldesa destaca que el Palau es «parte de nuestra vida» para todos los vecinos de Onil, a los que el monumental inmueble hace sentir «muy orgullosos». En estos momentos se trabaja en la elaboración de un plan director sobre el edificio, a partir del cual «mantener y conservar esta joya que tenemos». Se estudia la posibilidad de poder llevar en el futuro otra vez a la fortaleza las dependencias municipales.