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La Generalitat aplaza la finalización de la Vía Verde del Serpis al menos a 2024

El proyecto de presupuestos del Consell consigna para 2022 solo una pequeña parte del coste del itinerario ciclopeatonal de Alcoy a Gandia

Ciclistas en el antiguo trazado ferroviario de Alcoy a Gandia, en el tramo de l’Orxa a Villalonga. | JUANI RUZ

La Generalitat confirma la ejecución de la Vía Verde del Serpis entre Alcoy y Gandia pero no prevé finalizarla al menos hasta 2024. Así se desprende del proyecto de presupuestos autonómicos para el próximo ejercicio, ya que el proyecto de transformación del antiguo trazado ferroviario entre la capital de l’Alcoià y la de la Safor en un itinerario ciclopeatonal figura entre las inversiones previstas por la Conselleria de Política, Territorial, Obras Públicas y Movilidad. Sin embargo, la cantidad presupuestada para 2022 es poco significativa, y el grueso se deja para dos anualidades después.

El proyecto se subdivide en dos, uno correspondiente al tramo entre Muro y l’Orxa y el otro entre esta última localidad y Villalonga. Es la parte del trazado con un especial interés patrimonial y paisajístico y que discurre por un entorno más rural. El resto, entre Alcoy y Muro y entre Villalonga y Gandia, bien se encuentra ya de algún modo acondicionado o se ha urbanizado por el crecimiento de las poblaciones. La obra del recorrido Muro-l’Orxa está presupuestada en 1.545.740 euros, mientras que el coste entre l’Orxa y Villalonga asciende 1.581.830. Ahora bien, para 2022 tan solo se consigna lo que se puede considerar «el pico» de cada una de esas cantidades: 45.740 y 81.830 euros, respectivamente.

Para 2023, cada uno de los tramos tiene asignados 500.000 euros, y el millón restante se deja para la siguiente anualidad. Es decir, la previsión de la Generalitat es iniciar los trabajos el próximo año, pero postergar la mayor parte del volumen para 2024. Eso, en caso de que por cualquier circunstancia el proyecto no sufriera ninguna demora por cualquier motivo.

El recorrido del antiguo ferrocarril de Alcoy a Gandia discurre por parajes de gran valor natural y paisajístico como el cañón del río Serpis entre l’Orxa y Villalonga, conocido como el Barranc de l’Infern. También hay numerosos elementos patrimoniales en estado de deterioro susceptibles de recuperarse, caso de la estación de l’Orxa, casillas como la existente en Gaianes y diversos túneles, y otros que se recuperarían como los viaductos metálicos desmantelados poco después del cierre del ferrocarril en 1969, entre los que destacaba el de Muro, cuyas pilastras se conservan todavía pero en mal estado y con grave riesgo de desmoronarse.

La transformación del trazado en una vía verde es una demanda histórica de la Asociación Tren Alcoi-Gandia, precisamente por ser una garantía para la preservación del patrimonio que se conserva. Por ello, el presidente de la entidad, Jaume Gómez, se felicita de que la actuación figure en el proyecto presupuestario de la Generalitat para 2022, aunque la ejecución de las obras vaya muy probablemente a prolongarse en el tiempo. «Que esté ahí ya es un paso muy grande; aunque vaya a tardar, quiere decir que se hará», señala.

La asociación tiene previsto solicitar una reunión con representantes de Obras Públicas en breve, tal y como se acordó en el encuentro mantenido la semana pasada en l’Orxa con alcaldes y concejales de municipios por los que discurre el trazado, entre ellos Alcoy, Muro, Gaianes y Beniarrés, aparte del anfitrión. También se acordó aprobar mociones a favor de la conservación de los azudes existentes en el cauce del Serpis a su paso por l’Orxa y Villalonga, al considerar que son un elemento patrimonial de gran importancia, complementario a los del trazado ferroviario.

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