El que fuera embajador moro de las Fiestas de Alcoy de manera ininterrumpida entre 1974 y 2002, Francisco Marín Quiles, falleció el pasado fin de semana en Madrid a los 79 años tras una larga enfermedad. Su personalidad hizo que se convirtiera, según lo ha definido la Asociación de San Jorge, en "un referente para todos los que soñaron alguna vez con desempeñar el citado cargo de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos", unido al largo tiempo durante el que desempeñó este papel.
La entidad festera alcoyana ha destacado de Francisco Marín que "poseía una voz rotunda, masculina", la cual, unida a "una cierta altanería teatral", conseguía "fascinar a todo aquel que acudía a la Plaza España cada año a disfrutar del acto de las Embajadas". Hizo su primera representación con 32 años, y desde entonces, durante casi tres décadas, "pudo mostrar ante el público festero sus inmejorables dotes escénicas y vocales". Desde hace tiempo era Asociado de Honor de la entidad, un título que "premiaba sus relevantes méritos".
La Asociación de San Jorge ha agradecido a Marín "su gran contribución a la Festa" y ha mostrado sus más sinceras condolencias a toda su familia. También lo ha hecho, a través de las redes sociales, Juan Javier Gisbert, que ocupó el mismo cargo festero posteriormente. Fue, según ha dicho, "nuestro embajador moro de cabecera". Las redes han recogido además numerosas muestras de recuerdo y cariño.