El departamento de salud de Alcoy fue el protagonista durante los últimos meses de unas reivindicaciones que a día de hoy empiezan a revertir. Las contrataciones de personal por acumulación de tareas y los planes de choque, entre otras medidas, están respondiendo a las quejas y demandas que el personal sanitario quiso poner de manifiesto y visibilizar cuando, sujetando pancartas bajo el lema «El hospital se muere», y portando crespones negros, se manifestaban a las puertas del centro hospitalario.
El oncólogo Alfredo Rizo, quien encabezaba a toda una plantilla de facultativos ante los medios, explica a este diario que, lejos de parar, «la plataforma está totalmente activa, tenemos nuestras reuniones, nuestras actualizaciones y reuniones periódicas con dirección, pero hemos decidido que íbamos a dejarles un espacio de maniobra por varios motivos».
La tregua ha venido suscitada por un voto de confianza hacia las acciones que está tomando el director del centro, el doctor Fenollar, quien «está moviéndose mucho por actualizar gran parte de las cosas que ya estaban absolutamente desfasadas en la actividad del hospital», unas actuaciones que, al parecer, no se realizaban cuando empezaron con sus reivindicaciones, aún con la anterior dirección. «Ha cambiado la actitud del hospital», añade Alfredo Rizo.
Más trabajo
Desde la última manifestación que acogió la plaza de España de Alcoy en noviembre, pocas noticias han trascendido sobre el centro, más allá de la inauguración de una nueva planta de pediatría. Sin embargo, el trabajo no ha cesado, obviando los casos de coronavirus.
Según el oncólogo, se han conseguido contratos por cumulo de tareas, un aumento de personal que llega, o llegará, hasta diferentes áreas del centro hospitalario. Esto permite reducir unas largas listas de espera y contar con el funcionamiento de los quirófanos con «una actividad casi al 80 o 90% de la normal de los quirófanos», mientras que matiza que «falta mucho para recuperar listas de espera pero es el camino».
En el caso de los anestesistas, la primera carencia que salió a la luz, se ha doblado la plantilla con otros 11 profesionales que están acudiendo «a hacer jornadas en forma de peonadas, de contratos externos a días», una situación que Rizo lamenta, pues «se tiene que planificar mes a mes», mientras que «la plantilla del hospital no se ha actualizado».
Además de autorizar plazas en Urgencias, «que deben llegar en marzo», el hospital Virgen de los Lirios también cuenta con la autorización para incorporar un segundo especialista de Medicina Interna, dos dermatólogos y «peonadas diarias de especialistas de digestivo» lo que ha permitido reducir la lista de espera de los pacientes pendientes de realizarse una gastroscopia, los cuales algunos tenían que esperar «dos años», apunta Alfredo Rizo.
Esto se desprende de un plan de choque que, junto a la externalización de la cirugía de Ginecología revierte las carencias de un departamento de salud que comprende 32 poblaciones, algunas de ellas en riesgo de despoblación.
Interés ciudadano y político
Desde la primera de las reclamaciones públicas, allá por mayo del ya pasado 2021, los facultativos han querido dar a conocer todo aquello que les afectaba y que, en última instancia, deriva en una peor atención al paciente, a quien han querido hacer partícipe de esta situación.
Lograda esa implicación ciudadana, que ha mostrado su apoyo en todo momento, llegando a conformarse plataformas, así como la adhesión de otras a la causa. Llegaba el turno del ámbito político, que también quiso aprovechar la actualidad para dar voz a sanitarios, pero también a los propios partidos, de todos los ámbitos.
