El proceso de rehabilitación de la fachada de la Iglesia de la Transfiguración del Señor de Ibi ya ha dado comienzo. El proyecto, iniciado en 2018, ha sufrido varias demoras debido a los procesos administrativos y la pandemia sanitaria, pero ya es una realidad. Las acciones de mejora que afectarán a las cuatro caras del templo tendrán una duración de seis meses y ascenderán a 670.000 euros que sufragará en su totalidad la parroquia. Las obras tendrán como objetivo picar toda la fachada para sanear todo lo dañado y eliminar los materiales nocivos que se han utilizado en algunas reparaciones y enlucirla de nuevo con mortero de cal para que quede renovada completamente.
El estado de la fachada de la Iglesia de la Transfiguración del Señor de Ibi era deficiente, es por ello que en el año de 2018 la parroquia inicio el proyecto para ejecutar una rehabilitación completa de las cuatro caras del templo. «Los trámites administrativos y las complicaciones que ha interpuesto la pandemia en cuanto a tiempo, han marcado la demora en el inicio de las obras», como indica Regina Martínez, arquitecta del proyecto.
Los trabajos han arrancado en la cara sur del templo, la más afectada. «Esta parte hace de dique de contención y recoge toda el agua de lluvia y escorrentía que baja del cerro de Santa Lucía por lo que la humedad ha ido agravando con el paso del tiempo el deterioro de la misma», explica Martínez.
Para el proceso de rehabilitación se va a picar toda la fachada hasta dejar al descubierto la piedra de sillería, material con el que fue construido el templo. En este proceso, como puntualiza Regina, «va a permitir eliminar todos los materiales que se han utilizado en las reparaciones acometidas a lo largo del tiempo, principalmente morteros de cemento, que lejos de beneficiar han perjudicado ya que son materiales que no dejan que la piedra respire y por tanto el problema de humedad va agravando».
Respeto al templo original
Otro de los principales objetivos del proyecto es conservar la construcción original del templo, como puntualiza Regina «en el proceso de retirada del revestimiento estamos seguros que van a aparecer particularidades de construcción que por el tiempo han quedado tapados y queremos que se reflejen en la fachada, es decir, si había un hueco y ha sido rellenado, no vamos a poder dejarlo al descubierto pero sí marcarlo para que se lea en la fachada y la gente pueda ver cómo era originalmente». Para ello dentro del equipo cuentan con arqueólogos que van a analizar en todo momento los elementos significativos que se puedan encontrar.
El archivo municipal también ha facilitado material gráfico y documental para que el equipo que está acometiendo el proyecto conozca toda la historia de la Iglesia.
Esta rigurosidad por mantener los elementos originales también se va aplicar en la escalera ubicada en la cara norte en la cual se van a instalar los peldaños y la barandilla iniciales; «los tenía un particular y los va a ceder para que se vuelvan a instalar», puntualiza la arquitecta.
Las obras van a tener una duración de seis meses por lo que se van a simultanear con la renovación integral de la plaza de la Iglesia que se prevé arranque en dos meses, tras la apertura de ofertas y la adjudicación de la obra a la empresa que la llevará a cabo.
Francisco Beltrán, párroco de la Transfiguración del Señor, asegura que «todos teníamos muchas ganas ya de que el proyecto arrancara ya que es una joya patrimonial que corona el centro histórico y este cambio va a suponer una mejora en todos los aspectos tanto a nivel técnico como estético».
Por otra parte señala que «el coste del proyecto asciende a 670.000 euros, un importe que será sufragado íntegramente por la parroquia aunque posteriormente intentaremos pedir alguna subvención o ayuda al Obispado. Ya con el anterior párroco se acometió la restauración de la cúpula que ascendió a 350.000 euros y ahora esta mejora en exterior, que dejará el templo más saneado».
