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Retos pendientes tras un año de peatonalización del centro de Alcoy

Comerciantes y vecinos inciden en la falta de aparcamientos y en que el paso de los vehículos autorizados impide un mejor uso del espacio, mientras el Ayuntamiento destaca la consolidación de la iniciativa - En este tiempo se han concedido 1.865 permisos para acceder a la zona acotada y se han interpuesto 4.189 sanciones, un 77% de ellas en los tres últimos meses

Transeúntes en la calle San Lorenzo de Alcoy este martes por la mañana. JUANI RUZ

La peatonalización del centro de Alcoy ha cumplido un año con la sensación colectiva general de que, a pesar de todas las controversias previas y de las primeras semanas, ha venido para quedarse. La existencia de un perímetro acotado, con la calle San Lorenzo como principal eje, al que solo está permitida la entrada del transporte público, vehículos de carga y descarga y autorizados como los residentes, ha sido plenamente asumida. Sin embargo, el plan solo se ha podido desarrollar a medias, en parte porque el propio Ayuntamiento tiene pendientes algunas de las actuaciones anunciadas. Y es ahí donde, precisamente, hacen hincapié comerciantes y vecinos, tanto los más escépticos como los más favorables al cambio.

A simple vista, el cierre al tráfico ha hecho que los peatones ganen espacio en la calle San Lorenzo, y que haya un cierto estímulo para la actividad comercial. La diferencia se observa mejor incluso por las tardes o los fines de semana. Ahora bien, son pocos los transeúntes que ocupan la calzada, entre otras cosas por pura precaución, porque siguen circulando los autobuses y otros vehículos como los de emergencias, carga y descarga o los autorizados para acceder a viviendas o garajes. El aspecto estético de la vía tampoco ha cambiado, ni tampoco hay una barrera física que impida el paso, sino que se advierte a través de señalización.

Además de eso, sigue sin construirse el aparcamiento disuasorio previsto en la zona de la Riba, lo que ha hecho que, un año después de su puesta en marcha, el plan no se haya podido culminar. La idea inicial era cerrar también a la circulación la calle San Nicolás, pero mantiene el tráfico de subida desde la plaza de España hacia El Camí. El propio concejal de Movilidad, Jordi Martínez, ha señalado esa circunstancia como el principal reto por hacer, en el balance que ha hecho este martes del primer año de vigencia del proyecto. Con todo, se ha mostrado muy satisfecho de su desarrollo y ha explicado que el equipo de gobierno seguirá en esta línea.

Durante este año se han concedido 1.865 autorizaciones para acceder a la zona acotada, entre las que destacan 681 correspondientes a garajes y 600 a residentes. También se han otorgado 640 permisos temporales para entrar en el perímetro. Asimismo, se han interpuesto 4.189 sanciones, 3.224 de ellas desde que comenzó este año. Martínez ha achacado este fuerte incremento a que ha pasado a hacerse cargo de las multas el organismo de gestión tributaria de la Diputación Suma, lo que hace que tramiten de forma automática. Otro aspecto destacado es la reducción de las emisiones de gases, que el edil ha cifrado en un tercio en cuanto a las de monóxido de carbono, y la mitad para las de dióxido de nitrógeno.

Un policía local dando el alto a un vehículo en la zona acotada. JUANI RUZ

Martínez ha defendido que "caminamos hacia lo que pide Europa" en cuanto a eliminar el tráfico rodado de los cascos históricos de las ciudades, y se ha referido, en este sentido, al proyecto para establecer una zona de bajas emisiones en el centro. En cuanto al comercio, considera que "más que generar problemas, ha sido una oportunidad", y ha destacado la apertura de nuevos negocios. En su opinión, el proyecto se ha asentado, y aunque ha asegurado que entiende las críticas por el aumento del tráfico en las calles alternativas a San Nicolás y San Lorenzo, "lo que debemos hacer es intentar no circular por el centro". Y ha recalcado, de manera muy especial, que "es evidente que no hemos suprimido ninguna línea de autobús, ni pensamos hacerlo".

Señalización escasa

El presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios de Comercio de Alcoy (Aceca), Rafael Pérez, que desde el comienzo ha mostrado sus dudas con el plan, cree que la peatonalización "es buena idea, pero para ello los elementos necesarios deben estar en marcha". Alude a que "la calle está como estaba", sin un mobiliario urbano que la defina como peatonal, y considera que la señalización no es la adecuada. "Las placas no están visibles". A eso añade que "falta información, sobre todo para quienes vienen de fuera. No podemos olvidar que Alcoy tiene menos habitantes que el resto de la comarca". A quienes acuden desde otras poblaciones, a su juicio, "se lo ponen difícil, porque no sabe por dónde moverse".

Alejandro Cerro, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro de Alcoy (Alcentro), desde un inicio más favorable al proyecto, se reafirma en que la peatonalización "es beneficiosa" en líneas generales, pero "quedan detalles por pulir", como los aparcamientos disuasorios o la cuestión del paso de vehículos autorizados. De momento "no ha sido un gran cambio", aunque sí ha notado más afluencia al centro, pero confía en que "al final será algo positivo". También se muestran optimistas los propietarios de un negocio que abrirá en próximas fechas, y que prefieren no decir su nombre: "El local está en el mejor sitio de Alcoy, aquí hay movimiento".

Para los vecinos con los que ha hablado este periódico, el plan se queda a medio gas, y hacen hincapié en sus deficiencias. Rafael Gómez cree que "se deberían haber hecho antes los aparcamientos", y critica que el tráfico se haya desviado a calles más estrechas, donde el pavimento se ha deteriorado, aparte de las molestias por ruidos. Por su parte, Alba Pérez duda de que "el centro haya ido a mejor", y considera que "se debería invertir más en incentivar el trabajo y la industria, porque al final la gente joven nos tenemos que ir fuera". Asimismo, Lirios Crespo y María Alcaraz aluden también a la falta de aparcamientos y a que la calle "no se aprovecha, porque siguen pasando vehículos" aunque sea con restricciones. En su opinión, "deberían hacer más actividades en la calle, cortándola por completo" para que fuera una peatonalización plena.

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