La Policía Local de Ibi rescató el pasado domingo 19 de junio a una mujer de 43 años que había tenido un accidente mientras hacía senderismo en el paraje del Barranc dels Molins. Según han indicado este martes fuentes policiales, la lesionada realizaba una excursión por la zona junto con su hija de 11 años y su mascota cuando, por causas que no han trascendido, sufrió daños en una rodilla que le impedían caminar y abandonar el lugar. El incidente se produjo junto a la surgencia de la fuente de Santa María, a donde únicamente llega una senda, aunque unos pocos metros más arriba se inicia un camino que conduce hasta la carretera CV-801, que comunica Ibi con Banyeres.
En auxilio de la mujer se presentaron en la zona una patrulla de la Policía Local, junto con otra de la Guardia Civil, a bordo de un todoterreno del cuerpo municipal, según han informado las mismas fuentes. También acudió posteriormente una dotación del parque de bomberos de Ibi, así como los servicios sanitarios. Dado lo complicado del acceso, estos últimos tuvieron que ser trasladados en el todoterreno policial hasta el punto donde se encontraba la excursionista, para inmovilizarle la pierna lesionada y, después, llevarla en una camilla desmontable aportada por los bomberos.
Acto seguido fue trasladada en el mismo coche de la Policía Local hasta el punto donde permanecía la ambulancia, cerca de la CV-801. El vehículo sanitario la trasladó hasta el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy. Por su parte, la hija de la lesionada, acompañada de su perro, quedó al cuidado de la Guardia Civil, que hizo las gestiones necesarias para localizar al padre y entregarle a la menor.
Derrumbe en un local
Por otra parte, en la mañana del mismo 19 de junio se produjo un derrumbe que afectó a un local en los bajos de un bloque de viviendas donde se ubica un salón de juegos, en el número 4 de la avenida Juan Carlos I, al noreste del casco urbano de Ibi. Hasta el lugar, según han explicado este martes las mismas fuentes, acudieron la Policía Local, la Guardia Civil y una dotación del parque de bomberos, quienes comprobaron que se había producido un considerable desprendimiento del techo del local. Una gran cantidad de escombros se precipitó sobre las máquinas recreativas del establecimiento.
A modo protocolario y preventivo, los cuerpos de emergencias y seguridad procedieron a desalojar todas las viviendas del bloque una por una, quedando precintada la zona. Una vez efectuado este cometido, y tras una primera inspección efectuada por los bomberos, se estableció que podría tratarse del derrumbe de un forjado añadido como consecuencia de una obra realizada en una de las viviendas de la primera planta, a falta de verificar este extremo por personal técnico cualificado.
El concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Ibi, Santiago Cózar, personado en el lugar, requirió los servicios de una arquitecto a fin de valorar el alcance general del suceso. Este profesional verificó que el derrumbe no generaba riesgos para los vecinos, permitiéndoles regresar a sus domicilios. Al mismo tiempo, se iniciaron las primeras pesquisas al objeto de determinar el origen del incidente.
