La zona más despoblada de Alicante toma impulso al poner el foco sobre ella la administración

La Vall de Seta, la zona más despoblada de la provincia de Alicante, toma impulso ayudada por las políticas llevadas a cabo en los últimos años por la administración, que en los últimos años ha puesto el foco en el problema de la escasez y pérdida de habitantes. Las acciones que ha llevado a cabo, además, han supuesto un estímulo para los vecinos de estos municipios, que han conseguido una mayor visibilidad para diferentes actividades de dinamización social y cultural, o para tratar de atraer la llegada de más personas y la implantación de empresas. Con todo, el problema sigue presente, al tratarse de un entorno con pocos residentes y un alto grado de envejecimiento, por lo que sigue siendo necesario incidir en el desarrollo de estas iniciativas.

Así lo explica el profesor del Departamento de Sociología II de la Universidad de Alicante (UA) Carlos Frau, quien este jueves ha abordado en un seminario celebrado en el campus la situación de despoblación que se da en el citado valle de la comarca de El Comtat y los distintos factores y problemáticas que la condicionan, así como algunas acciones para dar un impulso al territorio que se han llevado a cabo tanto por parte de la administración como de los propios vecinos. El docente conoce bien esta circunstancia por estar vinculado a Tollos, municipio de esta zona que con 37 habitantes es el menos poblado de la provincia; muy cerca se encuentran Famorca y Benimassot con 45 y 97 vecinos, y de los cuatro pueblos restantes del entorno tres apenas rebasan el centenar: Fageca, Quatretondeta y Balones.

Frau señala que el objetivo del seminario era "dar visibilidad" a la Vall de Seta, particularmente a Tollos, "y mostrar todo lo que se está haciendo en los últimos años, poniéndolo en valor". El profesor hace hincapié, en este sentido, en las iniciativas surgidas desde la misma población residente o vinculada, como el proyecto "Art al Balcó" que se desarrolló el pasado verano, ya que estas acciones son "motivadoras para la gente del pueblo". Y agrega que "la idea de que la gente de estos pueblos es mayor y está acomodada en la situación de despoblación es falsa; al contrario, está muy movilizada e implicada". "Sí es cierto que el envejecimiento es grande", añade Frau, "pero la gente mayor no es menos activa" y, de hecho, son los propios vecinos los que "proponen acciones que llevar a cabo".

Políticas públicas

Sobre el papel de la administración, el experto valora la puesta en marcha de la Agenda Antidespoblament de la Generalitat (Avant), por la manera en que ha contribuido a dar esa visibilidad a los territorios poco habitados de la Comunidad Valenciana y el papel que juega para dar impulso a la dinamización de actividades. Al respecto, Frau incide en el trabajo de los agentes de desarrollo local desplegados en el territorio a través de este organismo, porque "su implicación va mucho más allá de lo profesional". Y destaca no solo su contribución a la realización de acciones, sino también, por ejemplo, a agilizar todas las tramitaciones administrativas para llevarlas a cabo o para otras iniciativas como la creación de negocios. Asimismo, alude al valor de la "Ruta 99" por los municipios con menos de 100 habitantes de todo el territorio autonómico, por contribuir también a la visibilidad rural.

El profesor de la UA señala que las políticas públicas han contribuido a que la población "tenga conciencia de la magnitud del problema", lo cual resulta positivo también en el sentido de que hace que muchas personas conozcan lo que tienen en su propio territorio. "Hay personas de la propia provincia de Alicante que no han oído hablar nunca de municipios que forman parte de ella", recuerda. Por ello explica que "incido en invitar a la gente a que conozca su provincia, pueblos con una riqueza natural inmensa" y también patrimonial. Además, recuerda que "los orígenes de mucha gente están en esta zona".

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