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El restaurante Casa Calvo de Muro apaga sus fogones tras 92 años

La jubilación y por ende, la falta de relevo generacional ha sido el motivo que ha abocado a su cierre este domingo. Casa Calvo fue el núcleo de encuentro social entre las décadas de los años 30 y 50

El restaurante Casa Calvo de Muro de Alcoy cierra después de casi un siglo sirviendo comidasLucio Abad

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El restaurante Casa Calvo de Muro de Alcoy apaga los fogones este domingo tras 92 años sirviendo comidas. El mesón, que se fundó en 1930 funcionando como bar, cierra sus puertas por jubilación y falta de relevo generacional.

Actualmente, está regentado por dos mujeres. En concreto, por dos primas hermanas, Mercedes Calvo y Toñi Martínez Calvo. Los primeros años estuvo ubicado en la plaza de la Iglesia de Muro, pero poco tardó en trasladarse a su actual ubicación en la calle San Blas número 20. Para ese momento, el bar había evolucionando prestando los servicios de restaurante y pensión.

El Restaurante Casa Calvo de Muro de Alcoy cierra tras 92 años.

Cientos de personas han pasado por Casa Calvo debido a la industria de Muro, puesto que las carreteras de entonces no permitían la ida y venida de transeúntes con la rapidez de ahora. Muchos, procedentes de Sevilla, Barcelona o Madrid se veían abocados a pernoctar en la pensión. Ahora, esas personas siguen todavía acercándose a Casa Calvo a comer cuando visitan las fábricas, “se ha creado un vínculo afectivo y gastronómico entre nosotros y los clientes” relata Mercedes.

El restaurante, también ha sido un núcleo de encuentro social en el municipio de Muro entre las décadas de los años 30 y 50. “Los mureros se reunían para escuchar la radio y ver la televisión ya que en muchas de las casas no estaban estos dispositivos, en Casa Calvo fue donde muchos vieron cuando el hombre llegó a la luna por primera vez” y Mercedes añade que “allí también podían encontrar al médico, al practicante y al chófer, entre otros”.

Los comensales de este miércoles en Casa Calvo.

Una de las señas de identidad de Casa Calvo han sido sus tapas en su etapa de bar. No obstante, dos de ellas todavía las conservan siendo “las que todo el mundo pide”, estas son los calamares a la romana y las patatas al horno con alioli. Además, Mercedes cuenta que “hemos evolucionado gastronómicamente y ofrecemos todo tipo de comidas caseras como arroz al horno, blat picat, lentejas fritas y ensaladas más sugerentes”.

Completo

Asimismo, el mesón ha resistido a la pandemia y las restricciones con el aforo reducido que tiene de unos 50 comensales. “Hemos dado servicio siempre, en el covid a pesar de no tener terraza si teníamos que estar al 30% lo cumplíamos”.

Hace un mes, las regentes anunciaron que el restaurante cerraría sus puertas para siempre y desde entonces se han ido sucediendo numerosas muestras de cariño, además de reservas. Tanto de esto último que resulta imposible concertar una reserva ya que está todo completo. “Todos querían quedarse con el sabor de Casa Calvo y estamos muy emocionadas porque no esperábamos esta respuesta”, admite Mercedes.

Numerosos mensajes de cariño de los clientes en sus últimos días.

Casa Calvo ha sido el centro de reunión y celebración para buena parte de la comarca y región. Ahora cierra para siempre casi un siglo después de su apertura dejando su sabor en el paladar de quienes lo probaron.  

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