Alcoy cae al séptimo lugar en población de la provincia por el envejecimiento y la falta de natalidad

La ciudad registra su mínimo histórico de habitantes en más de medio siglo con 58.960 vecinos, de los que casi el 11% sobrepasan los 75 años - La inmigración no es suficiente para que el total de residentes aumente

Dos personas mayores sentadas en un banco en el casco urbano de Alcoy.

Dos personas mayores sentadas en un banco en el casco urbano de Alcoy. / LUCIO ABAD

El envejecimiento, la falta de natalidad y una inmigración escasa han llevado a que Alcoy caiga al séptimo lugar en población en la provincia de Alicante. El padrón de habitantes a 1 de enero de 2022, publicado a finales de diciembre, arroja una cifra de 58.960 habitantes, 168 menos de los que había un año antes. Como ya avanzó este periódico el pasado lunes, la ciudad se ha visto superada por San Vicente del Raspeig, que a lo largo de los últimos años ha venido mostrando una tendencia ascendente casi continua. La evolución de la capital de l'Alcoià ha sido la contraria; en apenas dos décadas ha perdido ya cuatro puestos en el ranking demográfico de los municipios alicantinos.

El dato histórico de población más alto de Alcoy son los 66.396 habitantes que se contabilizaron en el censo de 1981, aunque puntualmente se superaron en algún momento los 67.000 empadronados. Diez años más tarde, la ciudad había bajado a 65.514 vecinos, pero la gran debacle vino después. Entre 1991 y 1996, la ciudad perdió casi 4.600 habitantes, y siguió bajando de manera constante hasta 2003. La inmigración de los años posteriores hizo remontar el padrón hasta un techo de 61.698 personas en 2008, pero luego volvió la caída, y un efecto bastante devastador para el imaginario colectivo: en 2014 se bajó de los 60.000 habitantes, barrera que no ha vuelto a superarse, sino que, poco a poco, cada vez está algo más lejos.

Los 58.960 empadronados en Alcoy a 1 de enero de 2022 son, como también avanzó este periódico, la cifra oficial más baja desde hace más de 50 años. En algún momento a finales de la década de 1960, la ciudad superó ese número de habitantes, hasta registrar 61.061 en el censo de 1970. La ciudad sufre las consecuencias de estar notablemente envejecida, lo que produce que la mortalidad sea alta; a eso se une el problema general de la escasa natalidad, pero de una manera aún más acusada, con un número relativamente bajo de alumbramientos. Una situación que, claro está, ha empeorado aún más tras la pandemia de coronavirus: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 427 nacimientos en 2019 se bajó a 400 al año siguiente y a tan solo 327 en 2021.

Imagen del centro urbano de Alcoy, con la Alameda de Camilo Sesto en primer término.

Imagen del centro urbano de Alcoy, con la Alameda de Camilo Sesto en primer término. / JUANI RUZ

Antes de la pandemia ya se registraron apenas 7,48 nacimientos por cada diez defunciones de media, pero en 2021 el índice se quedó en tan solo 4,63. Con este panorama, la media de edad de la población no deja de subir. Las últimas cifras del INE, referidas a 2021, hablan de 43,28 años en el caso de los hombres y 46,31 las mujeres. Los mayores de 65 años suponen un 21,44%, pero aún más significativo es que el 10,83% de alcoyanos y alcoyanas sobrepasan los 75 años, y un 3,47% está por encima de los 85 años. Estos dos últimos porcentajes son los más altos, para cada una de esas barreras de edad, entre los ocho municipios de Alicante con más de 50.000 habitantes.

Alcoy recibe inmigración, tanto interna como externa, pero también es relativamente escasa. Hace apenas dos semanas, el Ayuntamiento informó que durante 2021 la ciudad había recibido 1.913 altas en el padrón y 1.543 bajas, y que el saldo venía siendo positivo desde hacía ya seis años de manera continua, pero el gran índice de envejecimiento hace que eso no resulte suficiente para que la el municipio gane habitantes, como sí ocurre en otros municipios de la provincia de Alicante.

Crecimiento en algunas pequeñas localidades

La actualización del padrón, como avanzó igualmente este periódico, ha dejado también pérdidas de habitantes en Cocentaina y Muro. Del resto de grandes localidades de l'Alcoià y El Comtat, la única que aumenta de manera significativa es Castalla, que suma 345 vecinos y supera por primera vez los 11.000; Banyeres, Ibi y Onil también crecen, pero de manera más leve. En cambio, varios municipios de escaso tamaño aumentan su población, como Agres, Alfafara, Benilloba, Benimarfull, Gorga o Gaianes; este último sube un 8,5% en tan solo un año, al pasar de 505 a 548 habitantes.