El campus de Alcoy de la UPV sale a la calle para celebrar su fiesta

Más de 600 estudiantes y profesores participan en una jornada de convivencia elaborando paellas en la Glorieta, antes de la quema de la calabaza en la plaza Ferrándiz y Carbonell

El campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València (UPV) sale este jueves a la calle para celebrar su fiesta, las "Paellas Universitarias", que al fin se desarrollan sin restricción alguna tras la crisis sanitaria del coronavirus. Desde la mañana, estudiantes y profesores disfrutan de un ambiente distendido en la Glorieta, en una jornada que, en el momento de elaborar esta información, transcurre sin incidentes. El encuentro terminará por la tarde con la habitual quema de la calabaza en la plaza de Ferrándiz y Carbonell, centro neurálgico del campus.

Unos 600 alumnos y la práctica totalidad del profesorado se ha sumado a esta actividad lúdica, en la que se activan las máximas precauciones para que el impacto sobre los vecinos y sobre la convivencia ciudadana en general sea el menor posible. Al recinto de la Glorieta solo pueden entrar estudiantes del campus, provistos de su correspondiente pulsera, y hay controles a la entrada para evitar que nadie lleve consigo ningún objeto indebido. También hay una dotación de personal sanitario para intervenir en caso de cualquier contingencia, y un espacio con extintores por si fueran necesarios, pero que todo el mundo confía en que no tengan que utilizarse.

Estudiantes disfrutando de la jornada.

Estudiantes disfrutando de la jornada. / JUANI RUZ

Por lo demás, calma, diversión y desenfado, mostrado entre otras formas a través de llamativas camisetas, como es habitual, en una jornada plenamente primaveral, con un sol radiante y una temperatura más que agradable. El director del campus, Pau Bernabeu, destaca que este evento es "un éxito de participación y de buena conducta", y celebra que la cita sea "punto de encuentro y relajación de los alumnos antes de los exámenes". Los profesores también participan en el concurso de paellas, que tiene un simbólico premio otorgado por la Delegación de Alumnos del campus: una botella de café licor. "Un regalo típico de la zona y de la fiesta desde siempre", ha bromeado el delegado, Samuel Gil, apostillando que "una solo, que no hay que pasarse". El estudiante destaca también que "convivimos todos los estudiantes con los profesores, esto no se ve en ningún otro sitio".

El delegado de Alumnos, Samuel Gil, y el director del campus, Pau Bernabeu.

El delegado de Alumnos, Samuel Gil, y el director del campus, Pau Bernabeu. / JUANI RUZ

Las Paellas Universitarias tuvieron, como es habitual, un encuentro previo en la Gala de la Calabaza, que se celebró el miércoles. En ella, los estudiantes Teo Bordera y Elsa Bataller fueron elegidos simbólicamente como Primer y Darrer Tro del campus, respectivamente, y también se entregaron simpáticos galardones a varios profesores y personal. Así, el premio "Cafetería" fue para Pedro Montalbes, el "Administración" para David Gutiérrez y el premio "Rambo" para David Piña. Asimismo, el premio "Naranja" recayó en Antonio Arques, y el "mientras que el premio 'Limón' recayó en el profesor Adolfo Ferrer.

La subdirectora del campus Lucía Agud, pregonera de la Gala de la Calabaza.

La subdirectora del campus Lucía Agud, pregonera de la Gala de la Calabaza. / INFORMACIÓN

Por su parte, el premio "Calabaza" lo recogió la profesora Margarita Mora, y la docente Silvia Sempere fue nombrada "Festera d'Honor". La subdirectora de Formación Permanente, Títulos Propios y Formación Online, Lucía Agud, que había sido al inicio la pregonera del acto, recogió también el premio a la más "Fashion" del campus. Además, el galardón "Missing" recayó en Rafael Revert, y el "RAE" en Jorge Masiá, mientras que el premio "Cafeína" fue para María Leonor Pla. Finalmente, el premio "Culturista" fue para Julio Miró y el "Don Limpio" para Begoña Pascual.