Las esculturas de los paqueteros de los Reyes Magos de Ibi vuelven a su monumento tras ser reparadas

Las figuras fueron dañadas en enero después que una publicación las señalara como una muestra de racismo, para estupor de una gran mayoría de la población - Una empresa especializada se ha encargado de los trabajos, que han tenido un coste de 2.420 euros

Las figuras de los paqueteros de los Reyes Magos de Ibi vuelven a lucir en su monumento después de su reparación. Operarios municipales han procedido a principios de esta semana a volver a colocar las esculturas en su lugar, en la rotonda donde confluyen las avenidas de Azorín y Miguel Hernández y la calle La Vía, en la parte sur del casco urbano. Fueron retiradas hace justo dos meses, después de que la madrugada del 5 al 6 de enero fueran objeto de un acto vandálico que las dañó y que, además, generó una gran indignación en la población.

Como ya publicó este periódico, las tres esculturas que rinden homenaje a los asistentes a Sus Majestades de Oriente fueron atacadas con pintura blanca, al tiempo que la base del monumento fue pintarrajeada de rojo, color con el que también se escribió el mensaje "Blackface=violencia". Pocos días antes, una publicación digital había tachado estas figuras como una muestra de racismo, haciendo uso de un lenguaje muy agresivo, dado que los paqueteros llevan la cara pintada de negro. La web lanzaba también, al igual que había hecho ya otros años, la misma acusación sobre los pajes de los Reyes Magos de Alcoy.

Los paqueteros de Ibi tienen un papel similar al de los pajes de Alcoy y, de hecho, es presumible que estén inspirados en ellos, aunque acumulan ya más de 90 años de historia. Su participación ha sido continua desde la primera Cabalgata de la villa juguetera en 1931. También van provistos de escaleras con las que suben hasta los domicilios desde la calle para entregar juguetes a los más pequeños, y también son, al igual que ocurre en la ciudad vecina, figuras muy queridas por la población.

Por ello, el ataque a la escultura generó un gran rechazo casi unánime entre los vecinos de Ibi, recogido por este periódico, aunque también surgieron algunas voces que llamaron a una reflexión profunda sobre el fondo de la protesta. Aunque la base del monumento se limpió y se taparon las pintadas de inmediato, las esculturas tuvieron que ser retiradas para que las limpiara una empresa especializada, ya que era necesario desmontarlas. Estos trabajos, según señalan fuentes municipales a preguntas de este periódico, han costado 2.420 euros.

El Ayuntamiento ha expresado en redes sociales su satisfacción por la reinstalación de las tres esculturas en el monumento. Además, ha mostrado su deseo de que "no vuelva a ocurrir algo así, y mucho menos con un tema tan significativo y lleno de valor para Ibi". Antes de que se publicara el mencionado artículo en los días previos al ataque, apenas se había cuestionado nunca públicamente la figura de los paqueteros reales, que son por lo general un elemento muy apreciado y para cuya representación en la Cabalgata hay una lista de espera de varios años.