¿Cuándo será la hora del tren Alcoy-Xàtiva?

La declaración institucional para que el Ministerio de Transportes incluya la línea en los "servicios ferroviarios de proximidad" tiene todos los visos de convertirse en el enésimo brindis al sol sobre esta olvidada infraestructura

Pasajeros dirigiéndose a tomar el tren en la estación de Alcoy este viernes.

Pasajeros dirigiéndose a tomar el tren en la estación de Alcoy este viernes. / Juani Ruz

El pasado 5 de mayo, el pleno del Ayuntamiento de Alcoy aprobó, sin el más mínimo debate o reparo, una declaración institucional pidiendo al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que incluya el tren que comunica la ciudad con Xàtiva y València entre los nuevos "servicios ferroviarios de proximidad" que ha puesto en marcha este departamento en otras zonas de España. Un gesto con el que la heterogénea corporación alcoyana, en la que los acuerdos por unanimidad son más que excepcionales, mostraba un apoyo inequívoco a esta infraestructura maltrecha y el paupérrimo servicio que en ella se presta. Pero que, más allá de su valor simbólico, es poco probable que tenga efecto alguno.

Que el Ministerio de Transportes no haya tenido en cuenta la línea Alcoy-Xàtiva-València en su plan para potenciar el uso del tren de media distancia en determinados recorridos incrementando la oferta no es ninguna sorpresa. Más bien lo llamativo hubiera sido lo contrario. Y no porque el trazado y el territorio que atraviesa no tengan potencial para ello, dado que se trata de una zona con una alta densidad de población y los dos extremos del recorrido generan mucho movimiento: València, por ser una urbe de 800.000 habitantes y capital autonómica, y Alcoy, por sus casi 60.000 vecinos y su condición de centro supracomarcal y ciudad universitaria, aparte de ser un incipiente foco turístico de interior.

Viajeros subiendo al tren que acaba de llegar de Xàtiva, el mismo que se dirigirá a València pocos minutos después.

Viajeros subiendo al tren que acaba de llegar de Xàtiva, el mismo que se dirigirá a València pocos minutos después. / JUANI RUZ

Sin embargo, el estado al que ha llegado la vía tras décadas de dejadez y los pocos trenes que la surcan son un claro reflejo de lo poco que cuenta esta línea para la administración estatal. No es nada nuevo, al contrario; el tren resulta un tema periodístico muy recurrente en Alcoy, porque desde 1984 está en un bucle permanente. Los sucesivos gobiernos municipales no han tenido más que buenas palabras hacia él, pero por su escasa capacidad de maniobra ha impedido ir a los hechos. Y la intercesión de la Generalitat, resolutiva y fundamental hace 39 años, se ha ido diluyendo con el tiempo, mientras un Ejecutivo central y otro iban invirtiendo poco más que lo mínimo para que los trenes no descarrilaran.

Viajes cada vez más largos

Hace ahora 25 años, tras la renovación de vía que se realizó entre las estaciones de Agres y Ontinyent, los trenes eran capaces de cubrir el recorrido entre Alcoy y València en una hora y 45 minutos, y para los trayectos con transbordo en Xàtiva se situaba en algo más de dos horas. Eran tiempos de viaje competitivos en una época en la que la autovía todavía estaba en construcción o en proyecto en muchos tramos. Y de haberse mantenido, todavía lo serían, porque si bien ir en coche desde Alcoy hasta la entrada de la capital autonómica supone poco más de una hora, adentrarse en la ciudad y buscar aparcamiento es otra historia. Pero hoy los trenes tardan hoy del orden de 20 minutos más como poco.

Los viajeros observando desde el único andén operativo en Alcoy cómo el tren llega a la estación.

Los viajeros observando desde el único andén operativo en Alcoy cómo el tren llega a la estación. / JUANI RUZ

Las expectativas están puestas en la renovación integral de la vía, en la que se invertirán 150 millones de euros, pero las obras no comenzarán hasta al menos el año próximo. Asimismo, la lentitud con la que avanza la instalación del sistema de bloqueo automático, iniciada en 2021 y aún sin terminar, o lo que se ha tardado en proyectar una variante en el pantano de Bellús revelan que la prioridad que suscita esta línea resulta cuanto menos moderada. Y en lo que se refiere al servicio, no hay razón que justifique que no se hayan restablecido ya los cuatro trenes diarios por sentido que circulaban antes de la pandemia. El volumen de pasajeros que pisan el andén de Alcoy a diario refleja que hay una demanda.

La petición del Ayuntamiento para que el Ministerio de Transportes dé un impulso a este trazado encuentra argumentos de peso en el uso actual del servicio y su potencial. Sin embargo, la historia de este trazado y del servicio a lo largo de las últimas cuatro décadas parecen apuntar en otra dirección. El tiempo dirá, y quizá en un plazo no demasiado largo, si la declaración institucional del Ayuntamiento de Alcoy en favor del tren sirve de algo y es al fin la hora en que la línea Alcoy-Xàtiva mejore, aunque hoy por hoy tiene más visos de convertirse en un nuevo brindis al sol, el enésimo de los últimos 39 años.