Los resultados de las elecciones municipales del pasado domingo han dejado escenarios inciertos en varias localidades de l'Alcoià y El Comtat, donde el color de la alcaldía y la gobernabilidad dependerán de los pactos que se alcancen o no en las próximas tres semanas. Ibi y Cocentaina, segundo y tercer municipio respectivamente en envergadura demográfica y socioeconómica de estas comarcas, son un reflejo de esta situación abierta. La mayoría absoluta del PP en la localidad juguetera y la hegemonía del PSOE en la villa condal han quedado atrás, dejando paso a sendos rompecabezas que, sea cual sea su solución, supondrán un cambio respecto de la correlación de fuerzas que había hasta ahora.
Los números de estas elecciones muestran que tanto en Ibi como en Cocentaina se ha votado muy en clave local, puesto que lo ocurrido en ambas localidades difiere de la tendencia general del conjunto de la Comunidad Valenciana y de España. Especialmente en el caso ibense, puesto que, en contra de lo ocurrido en una gran mayoría de municipios, el PP ha tenido un retroceso que presumiblemente será decisivo para que pierda la alcaldía. El gobierno de Rafael Serralta ha acusado el desgaste sufrido en las últimas semanas.
Los impagos a las asociaciones locales que provocó la falta de interventor y la notoria división del grupo municipal, donde hasta seis concejales de 11 llegaron a romper la disciplina de voto en un pleno donde se debía aprobar una modificación de crédito para afrontar parte de esa deuda, han acabado pasando factura. El PP ibense ha ido a contracorriente en estas elecciones y ha perdido 793 votos en relación a 2019. Sigue como fuerza mayoritaria en la corporación, con nueve concejales, pero su único probable apoyo, el de Vox, que entra en el Ayuntamiento con un representante, no resulta suficiente para sumar 11 votos, cifra que sí alcanzan el PSOE y Som Ibi-Compromís.
Los socialistas resisten el embate de la ola conservadora y mantienen los mismos siete concejales de hace cuatro años, con tan solo 17 votos menos, mientras que la formación de carácter valencianista y municipalista da el gran salto al pasar de 915 votos y un solo concejal a 2.126 apoyos y cuatro representantes. Los respectivos candidatos, Sergio Carrasco y Aitana Gandia, mostraron ya la misma noche electoral su voluntad de alcanzar un pacto de gobierno, y en ello se reafirman, a preguntas de este periódico. No obstante, ambos optan por guardar silencio por el momento respecto a cómo podría ser ese acuerdo. Está previsto que las negociaciones comiencen esta misma semana.
Fin a 44 años de hegemonía
También en Cocentaina ha habido un voto de castigo a la fuerza gobernante, en este caso el PSOE. Los socialistas bajan de ocho a cinco ediles, viéndose rebasados por el PP, que obtiene seis, y superando por solo 119 votos a Compromís, que también logra cinco. La derrota es aún más dura si se tiene en cuenta que es la primera vez en 44 años de democracia local que el PSOE no vence en unas municipales. El candidato socialista, Rubén Muñoz, al frente de una lista en la que no repetía ningún integrante de la candidatura de 2019, sostiene que "la gestión no ha sido buena los últimos años" y por eso una parte importante del apoyo "se ha ido a Compromís", pero "seguimos siendo un pueblo de izquierdas".
Muñoz señala que han coincidido "muchos factores" para esta caída, como que "el PSOE está ahora a la baja" y que en parte "ha calado" el discurso promovido por otros partidos que "después de 44 años era hora de cambiar". No obstante, recalca que "por nuestra parte queremos un gobierno progresista" entre los socialistas y Compromís, con quienes suma diez ediles, y que "vamos a luchar" por él. Eso sí, matiza que "evidentemente quiero conservar la alcaldía" para su partido, si no para todo el mandato al menos sí para una parte.
El candidato de Compromís, Jordi Pla, comenta que la asamblea local del partido, reunida este martes, ha acordado reclamar la alcaldía en el pacto con el PSOE, aunque no concreta si para los cuatro años. "Esperábamos un gran resultado", admite, "porque en los últimos años hemos estado al lado de los vecinos en el casco antiguo, evitando la imposición de una gasolinera en el casco urbano o para que no se pusiera el ecoparque en las faldas de la sierra de Mariola". Las negociaciones entre valencianistas y socialistas comenzarán esta misma semana. A priori, la afinidad ideológica de los potenciales socios invita a pensar que se alcanzará un acuerdo, pero no hay nada decidido aún.
En medio de esta partida, el candidato más votado, el popular Borja Jornet, se muestra dispuesto a "buscar una fórmula par que el PSOE no gobierne después de 44 años", ofreciendo a Compromís un pacto de gobierno o un acuerdo para que se abstengan en la investidura, lo que daría la alcaldía al PP. Jornet defiende que "más importante que las ideologías es en este momento el pueblo de Cocentaina" y que, además, "tenemos muchas propuestas en común" con los valencianistas en el ámbito local. Además, señala que "la gente ha demostrado que quiere que gobierne el PP", y que prueba de ello es que "hemos sacado 900 votos más y duplicado resultados", un apoyo por el que se muestran "muy contentos".