Ibi pierde la cabeza otro 28 de diciembre con el gobierno de Els Enfarinats

Un año más, la ley de lo absurdo ha reinado en Ibi. Este sábado, la localidad juguetera ha vuelto a convertirse en el escenario de una peculiar guerrilla en la que Justicia Nova y l'Oposició han librado su tradicional batalla por el mando del municipio, enmarcada dentro de las Festes d'Hivern.

Desde primeras horas de la mañana, el estruendo de los petardos ha marcado el inicio de la jornada. Els Enfarinats, un grupo de estrafalarios personajes, han irrumpido en el Ayuntamiento para disputar la vara de mando mediante una alocada carrera. Una vez proclamado el vencedor, han tomado el salón de plenos, donde han formado su peculiar corporación, dejando en el estrado un cartel que rezaba: "Govern Corrupte".

La escena se ha trasladado a las puertas del Consistorio, donde Justicia Nova y l'Oposició han protagonizado un tenso "diálogo" que, como era de esperar, ha acabado mal. El preludio de la batalla se ha vivido en el carrer Les Eres, frente a la fábrica Rico, donde l'Oposició (de la que este año formaban parte hasta seis mujeres) ha recibido su primera ración de harina. Pero antes de que la acción se desbordase, las nuevas y disparatadas leyes han quedado claras: "Queda prohibido circular por el sol, por la sombra, por la calzada, la acera y los tejados. Solo se puede circular por alguna era".

Els Enfarinats en Ibi

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La gran batalla

A las 10:00 de la mañana, cientos de vecinos y curiosos se han reunido en el carrer Les Eres para presenciar el inicio de la esperada batalla campal. Los huevos y la harina han comenzado a volar por los aires, desatando el caos blanco y una humareda en el municipio. Este año, la afluencia de público ha sido mayor al coincidir en sábado, atrayendo no solo a locales, sino también a visitantes de otras regiones.

Lola, una mujer de Asturias, confesaba emocionada: "Hemos venido expresamente a verlo. Es una maravilla ver a la gente de tan buen humor". Por su parte, Víctor, llegado desde Barcelona, admitía entre risas: "Es una locura, lo recomiendo mucho, pero hay que tener cuidado".

En cifras, se han empleado hasta 6.480 huevos, 625 kilos de harina y 400 docenas de cohetes en esta singular batalla que convierte a Ibi en un campo de guerra festivo, donde el único objetivo es disfrutar y conservar una tradición con más de dos siglos de historia.

Pólvora

Sobre las 11:30, ya cubiertos de harina y convertidos en una masa blanca de pies a cabeza, los participantes han iniciado la guerra de la pólvora. No sin antes cubrirse bien cada hueco con cinta aislante para garantizar su seguridad y que las chispas no dañasen la piel. Los estruendos resonaban por todo el municipio.

Tras la batalla de pólvora, Els Enfarinats han comenzado su tradicional ronda por las calles de Ibi, imponiendo multas simbólicas a los viandantes y comercios. Todo lo recaudado, como cada año, se destinará a fines benéficos. En esta edición, el destinatario será el Centro Ocupacional San Pascual.

Así termina un año más una celebración que despierta todos los sentidos: el gusto, casi inevitablemente; la vista, con el caos blanco que inunda las calles; el oído, con el estruendo de los petardos; y el tacto, con la harina pegada en cada rincón.