Alicante inicia 2025 con sus embalses del Júcar con la mitad de agua que el año pasado

Las precipitaciones de los últimos meses han mejorado la situación en la Marina Alta y la Vega Baja, pero la provincia sigue bajo una grave sequía, por lo que lo fía todo a una primavera lluviosa para esquivar nuevas restricciones en verano

El pantano de Beniarrés apenas tiene cinco hectómetros cúbicos

El pantano de Beniarrés apenas tiene cinco hectómetros cúbicos / Juani Ruz

La lluvia y nieve de la pasada semana han sido muy bien recibidas en el norte de la provincia de Alicante, aunque las heladas han causado algunos daños en la Vega Baja. Han venido a aliviar la sequía que sufre Alicante. Pero la situación sigue siendo grave. Y es que los embalses del norte de la provincia albergan la mitad de agua que hace un año. Y eso que su estado hace doce meses ya era muy mala y preocupante, y no mejoró después, ya que las precipitaciones no hicieron acto de presencia.

Así, se confía en una primavera lluviosa tras un otoño con lluvias irregulares -por debajo de lo normal- que alivie una situación que se arrastra desde hace más de dos años. Porque de lo contrario, para el verano llegarán de nuevo las restricciones, sobre todo en el campo, como ya se registraron en 2024.

La situación de los pantanos de la provincia

La situación de los pantanos de la provincia / INFORMACIÓN

El desastroso año hidrológico 2023-2024, que abarca de octubre de 2023 a septiembre de 2024, ha dado paso a otro ejercicio que no está yendo mucho mejor. Así lo atestiguan los pantanos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en la provincia de Alicante, con 8,76 hectómetros cúbicos ahora, frente a los 16,37 de hace 12 meses.

Según los datos registrados en la tarde del viernes, en los que ya se reflejaban parte de las lluvias caídas en las últimas tormentas -más de 130 litros en algunos puntos del norte de la provincia-, el pantano de Beniarrés alberga 4,95 hectómetros cúbicos, frente a los 6,96 de hace justo un año y su capacidad es de 27 hectómetros cúbicos. El de Guadalest tiene 2,44 hectómetros cuando el 17 de enero de 2024 disponía de 5,89 hm3, con una capacidad total de 13 hm3. Y el Amadorio, en La Vila Joiosa, dispone de 1,37 hm3, frente a los 3,52 hm3 de 2024, con una capacidad de casi 16 hectómetros cúbicos. Este último de cualquier forma también recibe aportes de la desalinizadora de Mutxamel.

En cuanto a los dos pantanos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que no solo dependen de las lluvias sino también de la producción de la desalinizadora de Torrevieja y del Trasvase Tajo-Segura, el de La Pedrera (Orihuela) dispone de 54,2 hm3, cuando hace un año tenía 52 hm3 -su capacidad es de 246 hm3- y el de Crevillent 7,2 hm3 frente a los 5,98 hm3 de hace un año -su capacidad es de 13 hm3-.

El campo

Las últimas restricciones impuestas al campo a finales del invierno, cuando además se recomendó que no se plantaran los cultivos de invierno de hortalizas ante el riesgo de que no hubiera agua, han dejado un 20% de la cosecha sin plantar en la huerta tradicional. A pesar de ello, la merma finalmente ha sido solo del 10%, ya que ha sido una buena cosecha, gracias a las lluvias que han llegado en octubre. Y es que la cuenca del Segura cuenta con unos 30 hectómetros cúbicos más que hace un año (240 hm3 frente a 212 de hace doce meses), gracias también a la terrible dana de finales de octubre.

El presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, ha explicado que "la situación es mejor que hace un año", aunque no lo suficiente para sacar la región de la situación de sequía y levantar las enormes restricciones que pesan sobre la huerta tradicional. Ni mucho menos.

De cualquier forma, ha recordado que los campos que se riegan con el trasvase Tajo-Segura no se han visto este año afectados por las restricciones, por lo que la cosecha de invierno en esa zona ha ido bien. Y "también se han plantado mucha hortaliza en el Medio Vinalopó, en Aspe, Agost... y en Mutxamel, por lo que al final no ha habido una reducción de superficie".

Un huerto del Camp d'Elx afectado la pasada semana por las heladas

Un huerto del Camp d'Elx afectado la pasada semana por las heladas / Áxel Álvarez

Andreu ha concretado que finalmente han sido 2 de 8 cosechas las que no se han plantado en la huerta tradicional, en agosto y octubre, y ahora se empiezan a recoger las primeras. Y entre esas cosechas que no se plantaron y el frío de los últimos días que ralentiza los cultivos y algunos daños por heladas, se espera que el próximo mes haya una subida de precio al haber menos oferta.

Situación delicada

Por su parte el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, ha explicado que sobre la situación de las reservas hídricas de la provincia que "la situación es delicada. Apenas ha llovido, únicamente en la dana de finales de octubre. Y no fue una lluvia excesiva por lo que Alicante sigue en una situación de sequía, según los informes del Júcar y Segura. No de gravedad de momento, pero sí situación de preemergencia, prealerta que nos obliga a hacer un uso prudente".

El catedrático de Análisis Geográfico Regional ha señalado que la Marina Alta ha mejorado por las lluvias de octubre, noviembre y diciembre, y además esta pasada semana ha vuelto a llover de forma significativa. Y es que hay que recordar que en algunas poblaciones se llegaron a producir restricciones con el agua potable el pasado verano, debido a que se registró hasta un 70% menos de precipitaciones de lo que es habitual en la zona más lluviosa de la provincia.

Abastecimientos urbanos garantizados

Así. Olcina ha apuntado que "en el conjunto de la provincia, salvo Marina Alta, seguimos con precipitaciones por debajo de lo que sería normal. Seguimos en condiciones de sequía". De cualquier forma ha destacado que "de momento los abastecimientos urbanos están garantizados y la agricultura está en un momento del año que no necesita una gran demanda de agua. Pero si no llueve en primavera, volveremos otra vez a las fases más agudas de los planes de sequía en el Júcar y Segura, con restricciones en los cultivos".

Y es que la previsión es que va a ser un invierno más cálido y seco de lo normal, cuando además ya es una estación que no se caracteriza por lluvias relevantes. "En el litoral mediterráneo las temperaturas van a estar hasta finales de marzo por encima de la media y las precipitaciones por debajo. Desde diciembre hay una abundancia de días anticiclónicos. Son anticiclones fríos en invierno porque arrastran masas de aire frío del norte de Europa, pero en definitiva no llueve, es decir que la humedad se está produciendo en forma de precipitaciones en escasísimos días. De momento las previsiones de esos modelos estacionales se están cumpliendo".

El frío y la nieve dan paso otra vez a un tiempo primaveral

Alicante sigue esta semana montada en una montaña rusa meteorológica. Las temperaturas van a volver a subir para alcanzar ya el jueves valores incluso superiores a los 20 grados. Así, la provincia pasa en enero de un tiempo primaveral con cientos de personas en las playas en el inicio del mes, a noches gélidas con temperaturas de hasta -13 en el interior, heladas en el litoral y nieve en sus principales cumbres a mediados; y ahora vuelve a valores más propios de abril.

Así, a partir de este lunes se espera una subida continuada de temperaturas, dejando atrás las madrugadas por debajo de cero para, sobre el jueves y el viernes, alcanzar o incluso superar los 20 grados. Las mínimas podrían situarse entre los 6 grados en el interior y los 12 en el litoral el jueves. Y las máximas en la costa sobre los 21 grados y en el interior sobre los 18 grados. 

Desde este lunes también entrarán borrascas desde el atlántico, que llegarán muy debilitadas a la provincia, por lo que en todo caso no se espera que traigan lluvias relevantes. Así, la provincia inicia una semana en la que abandonará el fría para vivir otra primavera adelantada. Y es que lo que se espera es un invierno más cálido y seco de lo normal.

Así, ha reconocido que "si no llueve en primavera, la situación será preocupante para el verano. Pero vamos a esperar, tampoco podemos asustar a la gente. Los abastecimientos urbanos están garantizados y la que más lo puede sufrir es la agricultura".

Así, a pesar de la lluvia y nieve de la última semana, la provincia sigue necesitando como agua de mayo lluvias antes del verano para afrontar el estío con unas reservas mayores en sus pantanos.

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