La Generalitat incluye el uso de armas de fuego contra los jabalís en ciudades para frenar su proliferación
Los ecologistas alertan que el decreto que la conselleria ha sacado a exposición pública facilita aún más la caza mayor de especies como el ciervo o el arruí, lo que amenaza con acabar unos herbívoros con ayudan a la lucha contra los incendios forestales

Alfons Padilla
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio regula el control de los jabalíes y otros ungulados en la Comunidad Valenciana en entorno urbanos, incluyendo la posibilidad de que se usen incluso armas de fuego para su caza en ciudades, ante la proliferación de esta especie. La Generalitat ha sacado a exposición pública un proyecto de decreto, que aún no está en vigor, por el cual se van a establecer las directrices de gestión, caza y control de ungulados silvestres y las medidas de gestión de los subproductos generados en la actividad cinegética no destinados al consumo humano.
Los ecologistas han alegado contra este decreto, ya que han alertado que no hay un interés real de reducir la población de jabalíes, y que el decreto, junto con otras medidas que se han adoptado, facilita aún más la caza de especies como ciervos y arruís, cuya supervivencia quedaría en un futuro restringida a las grandes fincas cinegéticas valladas. Y han calificado de "barbaridad" que se pueda cazar en espacios que no son cinegéticos, ya sean montes o zonas urbanas.
Las incursiones de jabalíes en zonas urbanas en los últimos años, buscando alimento, se han registrado en puntos de la Marina Alta, así como en localidades como El Campello, Torrevieja, Alcoy o l'Alfàs del Pi. Y provocan también accidentes de tráfico. La conselleria estima que hay unos 271.000 jabalíes en la Comunidad Valenciana, concentrándose los problemas sobre todo en el norte de la provincia de Alicante y sur de la de Valencia.
Papel de los ayuntamientos
Así, con este proyecto de decreto se clarifica el papel de los ayuntamientos y se establecen directrices para actuar en caso de incursiones en ciudades. Según explica el borrador en el apartado de "Artículo 24. Control de ungulados silvestres en entornos urbanos", "ante incursiones de ejemplares de ungulados silvestres en entornos urbanos, y en base a las competencias de los ayuntamientos", estos podrán "adoptar medidas de control, a través de personal propio o a través de personas físicas o jurídicas contratadas al efecto".
Así, señala que "las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía de la Generalitat en base a sus competencias, y en su caso, el personal dependiente de la conselleria con competencias en materia de caza, podrán colaborar en la ejecución de las medidas que adopten estos ayuntamientos".
Y concreta que "se entenderá como entorno urbano los núcleos urbanos, urbanizados y urbanizaciones, polígonos industriales, así como los jardines, parques, playas, recintos deportivos e instalaciones recreativas destinados al uso público".
Perímetro de seguridad en entornos urbanos
Y para "la captura de estos ungulados podrán emplearse estructuras tipo caja, jaula, o capturadero, armas para la aplicación de anestésicos y eutanásicos, armas de fuego y arcos y/o ballestas. Las armas de fuego, arcos y/o ballestas, además de emplearse para abatir ejemplares capturados en trampas, se podrán utilizar cuando los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad presentes establezcan el perímetro de seguridad que estimen necesario en función de la situación de riesgo existente".
Y añade que "los ayuntamientos darán cuenta a la conselleria competente en materia de caza de las actuaciones de control efectuadas y de sus resultados mediante declaración responsable, tanto en el caso de acciones de emergencia como aquellas para las que hayan emitido resolución de autorización previa".
Extensión de medidas
Además, con este decreto se extienden medidas ya adoptadas para facilitar el control del jabalí al resto de ungulados silvestres presentes en la Comunidad, como ciervos o arruís, definiendo las modalidades de caza deportiva para estas especies (batida, gancho, al salto o en mano, a la espera y en rececho) y las técnicas de caza por razones de control y gestión. Así mismo, se definen unos amplios periodos hábiles de caza, medidas de planificación y seguridad de las cacerías, la regulación de la alimentación suplementaria y la obligatoriedad del precintado de los ejemplares cazados.
También dedica un capítulo a la declaración de sobrepoblación de una especie, estableciendo las normas de ordenación y gestión (incluida las de caza y control) de aplicación en estos casos. Otro capítulo a establecer las directrices de gestión, control y erradicación de ungulados catalogados exóticos e invasores, como el arruí; otro específico para la caza y control en zonas comunes de caza; y finalmente "uno para el control de los ungulados silvestres en entornos urbanos, en el que se clarifica el papel de los ayuntamientos".
Visión nocturna
Así, permite en la caza por razones de gestión el uso de miras de visión nocturna o térmicas, así como la posibilidad de autorizar la caza en espacios no cinegéticos o protegidos sin permiso del propietario, en caso de que haya especies declaradas con superabundancia y el dueño no ponga en marcha un plan de gestión.
Alegaciones
Ante este decreto, la Asociación Defensora de Herbívoros Contra Incendios Forestales (ADHIF) ha alertado en las alegaciones presentadas que "con el paso de los años y si los cazadores colaboran, con la aplicación y desarrollo de este decreto, en unos años, solo se podrán cazar rumiantes salvajes en los grandes vallados cinegéticos. En la actualidad ya pasa, con los machos de los herbívoros, muy pocos cazadores pueden cazar ya, un trofeo en libertad. Algo que, a la vista del borrador del presente decreto de ungulados no parece preocupar mucho".

Jabalíes en La Carrasqueta / Joaquín Albors
Explican que "en este borrador de decreto tampoco se han tenido en cuenta el alto peligro en cuanto a la seguridad para las personas que frecuentan los montes de la Comunidad Valenciana (senderistas, moteros, 'seteros', fotógrafos de fauna, ciclistas, apicultores, ganaderos, agricultores, alpinistas, ambientalistas, investigadores, ornitólogos, etc) ya que permitir la caza desde los caminos, en las playas, en los parques urbanos, en los parques naturales y reservas de fauna, espacios no cinegéticos es una barbaridad ya que las personas transitan por estos lugares tranquilamente sin tener que estar pensando que pueden recibir un disparo en cualquier momento".
ADHIF considera que no es preocupante el crecimiento de la población de ungulados, "ya que la presión cinegética que reciben es suficiente para la cantidad que según nuestros censos tenemos en nuestros montes y el beneficio que aportan en materia de prevención de incendios forestales". Ha destacado que las apariciones en zonas urbanas es "insignificante o nula" en la Comunidad, y "ni mucho menos crean ningún perjuicio a infraestructuras, daños físicos ni materiales, además de que la inmensa mayoría de los daños a los cultivos no se peritan, cómo así lo refleja un informe de Agroserguro, y ya que la Generalitat no realiza censos ni seguimientos de fauna fiables", por lo que no entienden "la percepción de sobreabundancia de ungulados sea real". Y por otra parte señalan que según la DGT, "el mayor número de accidentes se produce durante los meses de caza".
Por otra parte señalan que en decreto no deja claro si las rondas nocturnas "son solo al jabalí o también a los ungulados, algo que nos parece exagerado que no se les deje descansan unas horas de la presión cinegética.
Captura de machos
Sobre los criterios de los cupos de captura de cada temporada que se están utilizando hasta ahora alertan que "no se corresponden a la realidad, ya que no porque se cace mucho en la temporada pasada no significa que queden muchos ungulados para la siguiente temporada. Al revés, lo que estamos observando en los últimos años es que no quedan grandes rebaños de ungulados, solo observamos grupos de entre 10 y 20 ungulados por grupo y solamente en algún caso aislado algún grupo de 50. A esto hay que añadir que los animales herbívoros nacen al 50% machos y hembras, se entregan más precintos de hembras que de machos, pero lo que se ven en los montes son hembras y no machos", preguntándose "qué es lo que está pasando entonces con los machos", que son por ejemplo más apreciados por la cornamenta de ciervos y arruís.
Reclaman que "sea de obligado cumplimiento la inclusión en los planes técnicos la determinación de los cupos de aprovechamiento cinegético a partir de observaciones demostradas con fotografías y geolocalización, demostrando así los cazadores que el esfuerzo que realizan es real y que hasta ahora no se aprecia dicho esfuerzo con la gestión y control del jabalí", ya que alertan que por ejemplo se realizan batidas de jabalíes en las que se acaban cazando más otras especies como ciervos o arruís -al estar permitido-, ya que a los cazadores les interesan más esas capturas que la de los jabalíes.

Un grupo de arruís en La Carrasqueta, en Xixona / JOAQUÍN ALBORS
En cuanto al artículo que equiparar a todos los ungulados con los mismos periodos de caza, este "anticipa su exterminio y señala un desconocimiento de las especies, su reproducción, comportamiento, beneficios a la biodiversidad etc. Comparar un corzo o una cabra montés con un jabalí a la hora de la gestión y de los condicionados, es una equivocación", rechazando que se permita cazar hembras de herbívoros en época de reproducción. Y destacan que "el jabalí perjudica mucho la biodiversidad y se reproduce mucho más que el resto de las incluidas en este decreto.
También consideran "exagerado que también se pueda cazar en espacios no cinegéticos", por considerar que es "un grave peligro para las personas que acostumbran a pasear por dichos espacios y zonas adyacentes con la tranquilidad de no recibir un disparo por bala perdida o accidente de caza".
Del mismo modo reclaman controles a la finalización de las cacerías para asegurar que todos los animales salen con los precintos puestos correctamente y que corresponden los machos a machos y las hembras a hembras".
ADHIF reclama que en la celebración de batidas y ganchos se informe con 5 días de antelación a los agentes ambientales y Seprona de la Guardia Civil para poder organizar los controles pertinentes.
Sueltas de jabalíes
Por otra parte pide que no se puedan realizar sueltas de jabalíes bajo ningún concepto, ya que la norma establece una excepción para vallados para evitar su endogamia, alertando de que "es bastante probable que existan roturas en los vallados cinegéticos y se produzcan escapes hacia el medio natural echando por tierra todo el trabajo de gestión del jabalí".

Jabalíes cazados en una batida el pasado año en la Marina Alta / INFORMACIÓN
Y alertan de que "los periodos hábiles de caza que en este decreto se quieren poner son dramáticamente exagerados ya que según nuestros censos no existe sobreabundancia alguna en las especies de ungulados y permitir cazar los 365 días del año es una barbaridad incomprensible para los que según los cazadores dicen son los que cuidan de la fauna silvestre y los propios cazadores que forman parte de ADHIF no están para nada de acuerdo con este decreto. No se van a respetar ni las temporadas de celo ni de cría de las especies de ungulados, si a esto le sumamos la escasez de machos, lo que la conselleria responsable en materia de caza va a conseguir con este decreto es el exterminio total de todas las especies de ungulados, basados en informes sin pruebas ni fundamentos para ello".
Del mismo modo consideran una "barbaridad" que el decreto permita que se pueda cazar en espacios no cinegéticos sin permiso del dueño. Y reclaman que "bajo ningún concepto deberían autorizarse el uso de atrayentes, miras de visión nocturna o térmicas, fuentes luminosas acopladas al arma o no que dispongan de visión por rayos infrarrojos", ya que "estos dispositivos solo favorecen la práctica de caza furtiva. Y "otra barbaridad que pretende este decreto es la eliminación de distancia de disparo del puesto a los aguaderos y cebaderos", y bajo ningún concepto deberían poder disparar a las crías, ya que es inhumano".
Por otra parte destacan que "en cuanto a los beneficios para la lucha contra incendios forestales, los estudios científicos así lo demuestran. El jabalí no es un herbívoro y el resto de las especies de caza mayor sí, máxime en un momento de reducción de ganadería extensiva como el presente, los herbívoros salvajes sustituyen en gran medida a la ganadería porque son los únicos que reducen el pasto".
La asociación concluye que "observamos en este borrador de decreto de ungulados que todas las medidas que se pretenden tomar son en favor de los cazadores, sobre todo en favor de los grandes vallados cinegéticos, y ninguna medida de conservación de la fauna cinegética, algo que desde el punto de vista del cuidado y la protección del medio ambiente es terrible ya que están olvidando la gran labor que realizan los ungulados en materia de prevención de incendios forestales con la reducción de la masa forestal, el abono de las tierras y el esparcimiento de semillas, además no se están teniendo en cuenta el altísimo coste que conlleva la extinción de los incendios y las ayudas que luego hay que entregar a las personas que sufren perdidas materiales y personales tras los incendios".
- Aemet amplía a hoy la alerta amarilla para toda la provincia
- La íntima relación que tiene Sabina con Alicante desde hace cuatro décadas
- Efecto desigual de las lluvias en los pantanos del norte de la provincia de Alicante
- Se alquila restaurante con encanto en el corazón de la Font Roja por 360 euros al mes
- Espacios naturales de Alicante: Zona Aérea Restringida
- La decisión de Sanidad sobre las áreas de salud de Alcoy y Dénia por el temporal para el jueves
- Bares de guardia' contra la despoblación en el interior de Alicante
- La Rosaleda de Alcoy vuelve a la vida por orden judicial