Ibi

Un templo del videojuego en la cuna del juguete

El Museo del Arcade Vintage cumple seis años como referente nacional con más de 500 dispositivos, de los que hay en exposición para poder jugar 140 maquinas arcade, sobre todo de los años 80 y 90, una docena de pinballs, ordenadores y consolas

Museo del videojuego Arcade Vintage en Ibi

Juani Ruz

Space Invaders, Pang, Tetris, Tron, Pac-Man (Comecocos), Donkey Kong, NBA Jam, Snow Bros, Monkey Island, Operation Wolf, Ghouls'n Ghosts, Street Figther II, Golden Axe, Out Run, Arkanoid, After Burner... una lista interminable de clásicos que marcaron a varias generaciones en los recreativos, ordenadores y videoconsolas tienen una nueva vida en Ibi, la cuna del juguete... y del videojuego desde 2019.

El Museo del Videojuego Arcade Vintage cumple en 2025 seis años de vida. Fue el primero en España y se ha convertido en todo un referente. Y es que un paseo por sus instalaciones es subirse a una máquina del tiempo para reencontrarse con títulos que hicieron historia y conocer todo sobre ellos. Y jugar, porque es una experiencia plenamente inmersiva.

Con la entrada se pueden usar cuantas veces se quiera cualquiera de las máquinas que hay en exposición. Están desbloqueadas, no hace falta meter una moneda de cinco duros para empezar una nueva partida. Solo divertirse. Y hay muchísimas recreativas. El buen rato está asegurado.

La entidad dispone de más de 500 dispositivos, aunque en exposición hay 140 máquinas recreativas expuestas de las cerca de 300 de que dispone y van rotando, ya que por limitaciones de espacio no caben más. También hay unos 150 ordenadores y consolas en modo juego y expuestas en vitrinas. Están computadores como el MSAI 8080, Apple 2, Commodore PET, Amiga 500, Spectrum 48k, Amstrad 128k, Commodore 64k, MSX... y consolas desde la Master System, la Nintendo, la SNES, Mega Drive... hasta las más actuales. Y también hay una docena de pinballs para los más nostálgicos.

El museo se encarga de la restauración, mantenimiento y difusión del videojuego clásico. Así, se pueden disfrutar desde las creaciones más simples de un sector en ciernes en los años 70 en forma de una partida de tenis con dos líneas y un círculo como pelota, hasta subirse en simuladores de vuelo o conducción, pasando por peleas callejeras, carreras, plataformas, disparos, deportes, puzzles...

El Museo del Videojuego se puso en marcha en 2019 de la mano de Arcade Vintage, una asociación cultural con sede en Petrer, creada para conservar y dar a conocer la cultura relacionada con el mundo de los recreativos y las máquinas arcade de los años 70, 80 y 90 y, en general, del videojuego clásico y su historia.

Pero no solo de se trata de títulos antiguos. Y es que programadores españoles testan o promocionan en el museo sus nuevas creaciones con los visitantes, y además también siempre se puede echar una partida a los juegos de moda, como el FC25 de la PS5, el Fortnite en PC, el Minecraft en Xbox One, el Mario Kart en Nintendo Switch y el Fall Guys de PS4. Así, es diversión asegurada, tanto para mayores como para pequeños.

En una fábrica de juguetes rehabilitada

El museo se ubica en la antigua fábrica de Juguetes Rico, rehabilitada por el Ayuntamiento, y permite a Arcade Vintage dar un importantísimo paso adelante en la preservación y divulgación de los videojuegos como parte integral de la cultura contemporánea. Porque no solo se puede jugar, ya que se explica la historia de cada videojuego, sus creadores, curiosidades... y hay auténticas joyas, ya que se trata en muchos casos de las máquinas originales, que son allí mismo reparadas. Recreativas procedentes de Japón, EE UU, Gran Bretaña, Inglaterra... y a las que se puede jugar en Ibi. Entre ellas figura la máquina original de origen japonés de 1978 del Space Invaders, o la de Tron de 1982, de la que hay muy pocas en el mundo.

El presidente de la asociación, José María Litarte, explica que en el museo el visitante puede disfrutar de estos juegos tal y como se concibieron, para una máquina recreativa. Litarte, apasionado por los videojuegos, dejó su oficio de jardinero para volcarse en este proyecto, que recibe unas 20.000 visitas al año, entre personas que acuden a las instalaciones los fines de semana y festivos, cuando están abiertas a todo el público, como entre semana, cuando llegan visitas de colegios, institutos y universidades.

Y Litarte destaca que en esas visitas se dan charlas para concienciar del uso responsable de los videojuegos, en una época en la que los niños están muy enganchados a las pantallas, para darles pautas para un correcto uso de estos productos.

Academia con 100 niños

Además, cuentan con una academia de robótica y programación con un centenar de niños de Petrer e Ibi, y organizan diferentes actividades culturales.

Por su parte Eduardo Arancibia, comisario de la exposición, señala que"en este museo sobre todo nos dedicamos a restaurar y a difundir la cultura del videojuego clásico. El videojuego clásico que parte de aquellos primeros años 70, con los juegos de tenis, ping pong, los Space Invaders, los Pac-Man... hasta la actualidad".

Arancibia destaca que "muchas veces vienen chicos jóvenes a aprender un poco de dónde partimos, de dónde venimos para poder crear nuevos desarrollos, nuevos videojuegos y demás. Por eso para nosotros es un placer poder dar a conocer esta parte de la historia que muchas veces queda un poco olvidada y sepultada por esos videojuegos con esas temáticas, esos gráficos tan espectaculares de ahora".

Así, recuerda que el museo muestra lo que fueron los juegos al inicio, "a la diversión pura y dura, donde lo que prima son partidas muy rápidas, donde lo que prima es sobre todo pasar un rato divertido y sin muchas complicaciones".

Nuevos videojuegos

Pero no solo de videojuegos creados hace 50 años vive este museo. Y es que hay una zona desarrollada por el museo, con el mueble, la decoración y demás con ayuda de sus programadores. "Mucha gente que hace videojuegos modernos para venderlos, para Play, para Steam o para el mercado del PC, hace una versión especial para máquinas arcade como promoción y para dar a conocer su videojuego, como Maldita Castilla o Ascension".

Así, "llevamos más de 14 videojuegos ya creados por parte del museo y el próximo mayo sale un libro nuevo que se llama Arcade Classics, en el que salgo como autor porque me he dedicado a documentar y a informar de todas las anécdotas de la creación de estos videojuegos desde el año 2011 hasta ahora". Y añade que la institución colabora con la Universidad de Alicante y con el Instituto Superior Internacional de Diseño de Murcia para hacer concursos de desarrollo en los que los programadores presentan sus proyectos y "los ganadores se pueden hasta llevar su máquina de su videojuego a su casa".

Así, el Museo del Videojuego Arcade Vintage está pensado para todos los públicos a partir de 6 años, donde disfrutar de un espacio colectivo donde la interacción, la creatividad y divulgación. Y donde también se apoya a nuevos creadores de videojuegos retro, "freeware" e indie, creando máquinas arcade exprofeso con sus juegos. Todo un paraíso para los amantes de los videojuegos. 

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