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Este es el proyecto para mejorar el acceso sur de Alcoy

Los ecologistas piden que se suprima un vial de seis metros de ancho, con un coste de 2,2 millones, que permitiría acceder al Molinar desde la actual rotonda

La rotonda del Molinar, en el acceso sur a Alcoy

La rotonda del Molinar, en el acceso sur a Alcoy / Juani Ruz

Jose A. Rico

Jose A. Rico

El Ayuntamiento de Alcoy ha introducido mejoras de calado en el proyecto para remodelar el acceso sur, una actuación valorada inicialmente en 2,2 millones de euros, y para la que se piden por otra parte más cambios. En concreto, los conservacionistas reclaman eliminar un vial de seis metros de ancho que partiría desde la rotonda del Molinar hacia este enclave.

El anteproyecto salió a exposición pública el pasado verano para que las distintas entidades pudieran conocerlo y realizar aportaciones, siendo aceptadas casi todas de las mejoras propuestas por la Colla La Carrasca-Ecologistes en Acció. Y ahora esta entidad ha presentado unas nuevas alegaciones al proyecto ya definitivo de acceso sur de Alcoy, defendiendo una actuación "más segura, económica y respetuosa con el paisaje y el patrimonio".

Esta actuación forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos, valorado en tres millones de euros en total y sufragado íntegramente con fondos europeos. Y el objeto del proyecto en cuestión es mejorar el acceso principal desde el sur a la ciudad de Alcoy y la accesibilidad a este BIC. Para ello, se creará un eje ciclopeatonal en la zona colindante a la antigua carretera N-340, entre la glorieta de intersección con la carretera a la Font Roja y la glorieta del Molinar

Vista aérea del acceso sur sobre el que se va a actuar

Vista aérea del acceso sur sobre el que se va a actuar / INFORMACIÓN

Además, se procederá al tratamiento paisajístico, mejorando el entorno natural y conformando un anillo verde que servirá de filtro entre la ciudad consolidada y el entorno natural, según ha informado este miércoles el Consistorio.

Nuevas alegaciones

Y la Carrasca ha presentado un conjunto de alegaciones al proyecto de "mejora del acceso sur, tratamiento paisajístico y conexión verde ciclopeatonal del BIC del Molinar", promovido por el Ayuntamiento y cuya exposición pública acabó hace dos semanas.

El grupo ecologista valora que el proyecto que ahora ha presentado el Ayuntamiento mejora en relación con el anteproyecto expuesto en el verano de 2024, contra el cual aportó una serie de alegaciones que fueron admitidas en su mayoría.

Gracias a esto en la carretera habrá un único carril por sentido de circulación -excepto en los primeros 160 metros, donde está el Mercadona y las gasolineras-, en la mayor parte se separa la circulación en bici de la circulación motorizada y se aumenta la anchura de las aceras para dejar suficiente espacio para plantar árboles de sombra.

Impacto negativo

Pero pese a esas mejoras, "el proyecto tiene un aspecto muy negativo, que es la construcción de un nuevo vial de seis metros de anchura para el acceso motorizado desde la rotonda llamada del Molinar, que tiene como única finalidad permitir, en una segunda fase, llegar en coche -e incluso en autobús- hasta la misma entrada a la galería de la conducción de aguas y pasante por el mismo borde de la Fàbrica dels Solers".

Eso sí, no parece que el Ayuntamiento esté dispuesto a aceptar este cambio. Según ha explicado este miércoles la concejal de Turismo, Lorena Zamorano, ya que "el vial se considera necesario para dotar la accesibilidad al futuro centro de interpretación del Molinar que irá ubicado en la Fàbrica dels Solers".

La Carrasca alerta de que el proyecto se aleja de su finalidad

Según La Carrasca, la carretera de seis metros de amplitud para acceder en coches hasta el mismo Molinar "se aleja de la finalidad declarada del proyecto, que es la 'conexión verde para ciclos y peatones', para los cuales ese nuevo acceso no tendría ninguna utilidad, sobre el cual la pista actual tiene ventajas claras: el acceso actual es bastante más próximo al casco urbano y acorta el recorrido para llegar al mismo punto; con el acceso propuesto, los ciclistas tendrían que continuar por el carril bici hasta la rotonda del Molinar, que tendrían que circundar absurdamente, compartiendo la circulación con los vehículos motorizados, lo cual además de alargar el recorrido comporta un mayor peligro; mantener el acceso actual evitaría tener que alargar la acera de la banda norte de la carretera y el carril bici hasta la rotonda, donde ya no tiene ninguna continuidad; se evitaría construir un nuevo vial que tendría un fuerte impacto, porque discurriría por una zona con pendientes fuertes y generaría taludes importantes, con el consiguiente riesgo de derrumbes; el ahorro que se obtendría si se descartara el nuevo vial y no se alargara innecesariamente el tramo de carril bici se podría destinar a una auténtica restauración paisajística y ambiental del paraje del Molinar".

Así, advierte sobre este vial que "lo más grave es que la apertura de este innecesario ramal está ligada a la futura ejecución de una segunda fase que comportaría un impacto todavía mayor, encajando un vial más ancho sobre la pista actual, en un espacio que sería insuficiente si no se hicieron grandes excavaciones en la vertiente rocosa".

El grupo ecologista "no comparte en absoluto la idea que para potenciar las visitas al conjunto del Molinar se tenga que facilitar el acceso motorizado hasta el mismo núcleo del paraje, alterando su configuración y paisaje, y generando a la vez un impacto inaceptable. Habilitar un espacio de aparcamiento junto a la carretera permitiría el acceso a pie desde una distancia muy razonable, y, en todo caso, la vía de acceso actual no impide que personas con movilidad reducida puedan acceder con su vehículo si lo necesitan".

La Carrasca insiste en que "es un hecho constatado que una mayor oferta de acceso motorizado indiscriminado hasta el mismo corazón de los parajes naturales facilita que acudan personas sin ningún interés ni respeto por sus valores naturales y culturales, cosa que puede provocar su degradación y vandalización".

La rotonda del Molinar, al fondo

La rotonda del Molinar, al fondo / Juani Ruz

Ante esto, La Carrasca plantea "una alternativa mucho más sencilla, pero que considera que es más segura para ciclistas, más económica, con menos riesgos de derrumbes y más respetuosa con el patrimonio natural y cultural".

Alegaciones en estudio

La concejal de Turismo ha explicado que las alegaciones de La Carrasca son las únicas que se han presentado en este nuevo plazo de exposición pública. Así, ha señalado que el Ayuntamiento está en plazo de responder a sus objeciones, destacando que en el anterior proceso "ya se resolvieron a favor básicamente todas las que presentaron Guanyar, Vox y La Carrasca", que ahora ha hecho otras al margen de las que se presentaron y aceptaron, ha aclarado Zamorano.

Por ello, en este caso se está preparando el informe técnico por parte de los redactores del proyecto, con la supervisión del departamento de Arquitectura, para contestar las alegaciones y seguir con la tramitación del expediente para una obra que se ha incluido en las cuentas de 2025, y que se financia con fondos europeos.

Mejoras aceptadas

Sobre las mejoras introducidas tras la exposición pública del anteproyecto en verano, La Carrasca destacó que se aceptaron "en su casi totalidad", mejorando un proyecto que "se limitaba básicamente a ensanchar la antigua carretera N-340 en el tramo afectado, ampliándola a dos carriles por cada sentido de circulación, uno de los cuales tenía que ser un ciclocarril compartido con el tráfico de vehículos motorizados".

La Carrasca valoró positivamente la corrección del proyecto hace unos meses: “Nos ha sorprendido muy gratamente la incorporación de nuestras sugerencias, que evitarán problemas futuros. En esta ocasión en el proceso de participación ciudadana se han escuchado y considerado los razonamientos aportados, cosa que ha aprovechado para detectar los errores y conseguir mejoras”.

El principal cambio incluido en la nueva propuesta de ordenación presentada por la empresa redactora es el mantenimiento de un único carril por sentido de circulación y, al margen, desagregados, dos carriles bici, uno para cada sentido.

Tal como se indicaba en las alegaciones de La Carrasca, la ampliación no estaba justificada y no comportaba ninguna mejora de la fluidez del tráfico motorizado, que siempre estará limitado por la capacidad de absorción de las calles de la ciudad. “Era un proyecto claramente contrario a la aspiración a un modelo de movilidad más sostenible”.

En cuanto a los ciclocarriles con circulación compartida para vehículos motorizados y bicicletas, La Carrasca alertaba que por motivos de seguridad esa solución solo es aceptable en vías con tráfico relativamente calmado y con una intensidad de tráfico baja, y donde no sea posible otro tipo de solución.

En respuesta a la sugerencia ecologista se eliminaron los ciclocarriles compartidos y se deja un carril bici en cada sentido de circulación, separado del tráfico a motor con elementos de balizamiento, siguiendo los criterios de la "Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista", editada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, con la colaboración de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

El Ayuntamiento considera esencial el vial de acceso al Molinar de seis metros de ancho que los ecologistas reclaman eliminar

Los redactores del proyecto admitieron también la ampliación de las aceras previstas, por lo que será posible que los árboles que se planten dispongan del espacio suficiente al mismo tiempo que se respeta la anchura libre de paso necesaria peatonal. Así mismo, proponen que los árboles plantados sean de hoja caduca, que ofrecen buena sombra durante el verano mientras que permitan el paso del sol en invierno.

Así mismo, se incorpora al proyecto el estudio sobre riesgos hidrogeológicos para los pozos del Molinar, se adoptan mejoras para evitar que las aguas de lluvia que arrastran los contaminantes depositados en el asfalto derraman sin tratamiento hacia la orilla del Molinar, y se tienen en cuenta otras consideraciones en cuanto a la contaminación lumínica y a la protección de las cañerías de agua potable. 

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