Un bote de cuatro kilos de pintura blanca cedido por el Ayuntamiento y varias brochas y un rodillo regalo de una tienda de decoración del barrio fueron suficientes para provocar ayer un gran revuelo entre los niños y jóvenes que pasaban la tarde en la Plaza de Navarro Rodrigo, en el distrito alicantino de Benalúa.

Todos querían poner su granito de arena y se peleaban por coger la brocha y borrar algunos de los numerosos graffitis que invaden el templete de la plaza, dentro de una iniciativa que ha promovido el Movimiento por Benalúa que preside Juan Bernabeu. «Los chavales se han comprometido a limpiar las pintadas; es una prueba de la voluntad que tienen los críos por mejorar su entorno pese a la demora de las promesas en la apertura del centro social y juvenil que llevamos años reivindicando», en el edificio cerrado del antiguo centro Tabarca.

Alrededor de medio centenar de niños y jóvenes frecuentan cada día la Plaza de Navarro Rodrigo aunque la mayoría son adolescentes de entre 14 y 16 años que pasan la tarde hablando «o con los novios y novias» -apuntan algunos de ellos- ante la falta de actividades juveniles en la barriada. Es por ello que cualquier novedad es bien recibida para romper la monotonía. Juan Luis, de 15 años, aseguraba brocha en mano que «a lo mejor estoy empezando una carrera para ser pintor. Y me da igual ser de paredes que de cuadros». «Nos aburrimos un poco y necesitamos acción, un centro social y un campo de fútbol», añadían otros adolescentes dispuestos a eliminar graffitis.

La convocatoria tuvo gran eco también entre los más pequeños. África, de 7 años, Monique y Nacho, de 6, también pintaron mientras Amaya, de sólo 5, gritaba «yo no tengo pala -en alusión a la brocha- y quiero una».

Gracias al empeño del Movimiento por Benalúa, tres jóvenes «verdaderos artistas en la realización de graffitis», en opinión de los vecinos, se pasarán al otro lado y se encargarán de coordinar en las próximas semanas los grupos que limpiarán los espacios públicos de pintadas, demostrando, según la asociación, «el compromiso con su barrio».

Vecinos y jóvenes pedirán más pintura al Ayuntamiento cuando el primer bote se acabe y también solicitarán a Decomar, el establecimiento que les cedió las brochas, pinturas de colores para eliminar los graffitis de las atracciones infantiles y otros lugares sobre los que sería antiestético pintar con tonos blancos.

El Movimiento ha conseguido que los jóvenes se comprometan «a no escupir o tirar colillas a la plaza» y a cambio ha pedido al Ayuntamiento mesas de tenis y pin-pon. Pese a la mejora del comportamiento de las pandillas, la entidad vecinal afirma que hay cosas que «están matando Benalúa» como la falta de centros sociales y de aparcamiento. Bernabeu critica la gran cantidad de edificios que se están construyendo sin garaje, por lo que solicitan que en el espacio del centro Tabarca no se hagan más viviendas sino un garaje para 300 ó 400 coches, y el centro juvenil.