El edificio más alto de Alicante, el estudiotel Riscal, está de reformas. Por primera vez en 30 años, el coloso ubicado en la céntrica calle del Poeta Vila y Blanco ha acometido con carácter preventivo la reforma de su fachada y ha instalado una gigantesca red en la pared recayente al Paseo de Soto para evitar posibles desprendimientos. Con el objeto de financiar la actuación, cuyo coste está aún pendiente de evaluar, la comunidad de propietarios se plantea alquilar esa fachada lateral como reclamo para la instalación de un gran cartel publicitario.

"Se trata del saneamiento de patologías menores en la fachada", explicó Manuel Pérez, presidente de los propietarios del estudiotel, "con carácter preventivo para impedir que la fachada pueda caer en el abandono y evitar, así, males mayores en un futuro más o menos próximo".

Durante los últimos días, un grupo de operarios han instalado la gran red protectora del edificio, reforzada con alambres de sujeción. Con el reglamentario arnés de protección, uno de los trabajadores se suspendió a lo largo de la fachada para asegurar la fijación de la gran malla.

La comunidad de propietarios del estudiotel precisa que los trabajos tienen por objeto reforzar la estructura de la fachada y reformar pequeños desprendimientos en los tabiques de cara vista. "Hemos decidido lavar la cara al Riscal y acometer un trabajo proactivo", indicó Manuel Pérez, "para evitarnos tener que hacer una reparación reactiva más adelante".

Concluido en 1977 tras múltiples problemas legales, administrativos y económicos, este edificio diseñado por el arquitecto Francisco Muñoz se convirtió en el más alto de Alicante con 32 plantas y algo más de 120 metros de altura. "Han pasado más de treinta años, y ya era hora de un primer saneamiento del edificio", añadió el presidente de los propietarios, que ahora se centran en la búsqueda de fórmulas para financiar la reforma.