Con la solemne misa y procesión del patrón y un castillo de fuegos artificiales, el barrio de San Gabriel finalizó ayer sus fiestas tradicionales tras más de una semana de celebraciones. Por la mañana tuvo lugar otro clásico de estas fiestas, la suelta de patos, a la que siguió la cucaña acuática. La Pirotecnia Ferrández fue la responsable de disparar la tercera y última mascletà de estas fiestas, a la que siguió una paella gigante en la plaza del Fester Paco Botella.