El próximo jueves cumple un año al frente del Ayuntamiento. ¿Qué tal la experiencia?

Muy buena y gratificante, que es algo importante a la hora de llevar adelante un trabajo con todo un equipo. Puedo resumir este año como moderadamente satisfactorio.

-Aquí, pese al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, todo gira en torno al urbanismo. ¿Cómo explica esa nueva propuesta de construir un nuevo estadio Rico Pérez en Rabasa?

Como bien dice, es una propuesta, que hay que estudiar. A veces molesta bastante que, cuando estudias una propuesta, salte y se conozca antes de tiempo. Porque, a lo mejor, esta propuesta se queda en nada porque no es viable o, quizás al final, sí sale adelante. En este caso, son los técnicos los que tienen que estudiar la viabilidad o no de la propuesta y poner encima de la mesa otras posibles soluciones. Hay algo que es prioritario y primordial: esta ciudad necesita un nuevo Rico Pérez. Eso es inamovible. Podrá estar en Rabasa o en su actual ubicación. Eso ya se estudiará dentro de las propuestas que se puedan plantear y de los acuerdos a que se pueda llegar. Pero lo que es inamovible es el objetivo final: un nuevo estadio de fútbol para un equipo de Primera División, que es a lo que debe aspirar esta ciudad. Y dejarnos ya de hacer malabarismos para mantener determinadas cuestiones que no tienen que formar parte de una ciudad como Alicante. Debemos tener una mentalidad muy abierta y darnos cuenta de que somos una de las ciudades más importantes del país.

- ¿Pero es un planteamiento creíble, verosímil o un "globo sonda"? Lo digo porque en su día también se planteó un pabellón cubierto en Rabasa, y hasta hoy.

¿Qué es creíble? Un nuevo estadio Rico Pérez. ¿Dónde? No soy yo quien lo tiene que decidir. Yo hago un planteamiento por una razón muy concreta: dos grandes superficies en menos de medio kilómetro en línea recta, rotundamente no. Si la ciudad apuesta, como parece, por un Ikea porque la gente lo quiere, con lo que este centro conlleva, no puede existir en medio kilómetro otra gran superficie. Y si no puede haber otra gran superficie, que es la que hacía viable la construcción de un nuevo Rico Pérez en la actual ubicación, estudiemos otras alternativas, y entre ellas hay una que es la que ha salido a los medios. El planteamiento es un nuevo estadio en Rabasa, una recalificación del suelo alrededor del actual estadio para convertirlo en residencial, aunque ya habría que recalificarlo como terciario en el caso de que fuera en el mismo sitio. ¿Para qué? Para ver si con las plusvalías que se obtienen se hace viable ese campo en Rabasa. Si eso no es factible, pongamos otras posibilidades sobre la mesa.

-¿Está convencida de que hay suelo suficiente en el entorno del actual Rico Pérez para financiar la construcción de un nuevo estadio en Rabasa?

No lo sé. Por eso digo que la noticia ha saltado antes de tiempo. Esos son los números que estoy esperando a que me pongan encima de la mesa. Lo que sí está claro es lo que aproximadamente puede costar el nuevo Rico Pérez. Lo que no tenemos claro aún es que los números que salgan de esa recalificación en suelo residencial hagan viable la construcción de un nuevo estadio. Eso es lo que estoy esperando.

-Su fe en el plan de Rabasa como proyecto clave para la ciudad continúa intacta...

Absolutamente. Aposté desde el principio y no suelo torcerme nunca en las cosas en las que creo.

-El otro gran proyecto urbanístico pendiente es el Centro de Congresos. Hay expertos que cuestionan ahora la necesidad de esa infraestructura para la ciudad.

[Sonríe]. No puedo evitar muchas veces que las voces de agoreros intenten continuamente torpedear el desarrollo de nuestra ciudad. Esta ciudad necesita un centro de congresos. Hace diez años y ahora. Es innegable que ese centro tendría que existir ya, aunque las circunstancias lo han impedido y no creo necesario extenderme en lo ocurrido con las distintas ubicaciones planteadas. Ahora que ya está en marcha, lo único que pido es apoyo para el centro porque es bueno para la ciudad. Porque Alicante es una de las ciudades más importantes de España. Me gustaría mucho que en algún momento todos llegáramos a creérnoslo. Eso no significa que no tengamos muchas veces que hablar sobre las deficiencias que hay en la ciudad, pero creo que debemos aprender todos juntos a querer cada vez más la ciudad y a presumir de ciudad porque no es lógico que quienes vienen de fuera hablen continuamente bien de Alicante y muchas veces sean residentes en esta ciudad quienes tiran por tierra nuestra imagen, que es nuestra mejor tarjeta de visita y nos ayuda a posicionarnos en el sector turístico. Ojalá todas las voces comenzaran a unirse; y no para crear plataformas, sino para lo contrario, para que una sola voz defienda la ciudad.

-¿Cree que nos falta autoestima y afecto hacia nuestra ciudad?

Nos falta mucha y me duele decirlo porque vivimos aquí, tenemos a nuestras familias y llevamos a nuestros hijos al colegio aquí. Tenemos que aprender a cuidar y a estimar a Alicante.

-Por seguir con las obras, puede que el tranvía sea la actuación más importante desde la canalización antirriadas. Además de la línea 2 y la futura conexión al aeropuerto, ¿tiene en mente con el Consell otros enlaces?

En el tema del TRAM ya se ha dicho que ésta es la obra de nunca acabar porque, conforme se vayan terminando líneas, van a seguir surgiendo necesidades. Y será, al final, el transporte público de la ciudad. Claro que hay en mente otras líneas; las tiene que haber necesariamente porque la ciudad sigue creciendo y genera necesidades nuevas y otras para complementar el autobús urbano.

-En cuanto al tráfico rodado, ha mejorado con la avenida de Dénia y la Vía Parque. ¿Cuáles son las próximas actuaciones?

Hay una muy importante, que es romper la continuidad de la Vía Parque. Hay un barrio, San Gabriel, con gravísimos problemas de tráfico porque en su momento no se tuvo en cuenta la cantidad de gente que allí se iba a establecer. Ahora nos encontramos con que en esa zona, que ha triplicado su población residente, se mantiene la misma infraestructura viaria. Yo lo he propuesto, y ya se está acabando la redacción del tramo de la Vía Parque que afecta a San Gabriel, para dar cuanto antes solución a ese problema. Y a continuación, el siguiente tramo conectará el de San Gabriel con el recientemente finalizado de la rotonda de la Universidad.

-¿Para cuándo Alicante tendrá una estación del siglo XXI o, si me apura, del siglo XX?

Si por el Ayuntamiento fuera, la tendría ya, pero como desgraciadamente no depende de nosotros, esto será cuando al Gobierno central, que está en continuo proceso de desaceleración, le dé la gana.

-Me temo que me va a calcar la respuesta si le pregunto por el soterramiento de Renfe.

Exactamente. Nos sentimos totalmente engañados y utilizados. En su momento se firmó un convenio y nosotros ya hemos hecho los deberes. Ahora mismo lo único que les importa es que llegue el AVE, que lo hará en 2012 en superficie. ¿Y el soterramiento? Contestación del Gobierno: "Eso ya se verá". El Ejecutivo ha demostrado que no tiene ningún interés en que se lleve a cabo una de las obras más importantes de la ciudad. Desgraciadamente habrá que esperar un cambio de Gobierno.

-¿Y cómo va el proyecto del acceso sur, una de sus prioridades?

Ya está finalizándose. Va a costar doce millones de euros y se ha incluido ya en el plan Confianza del Consell. Contempla una conversión de la actual carretera de Elche en una vía urbana normal con acceso de los vehículos por la zona paralela hacia el Puerto y quedaría la Estación de Murcia en la zona central. Se crearía también una gran zona verde desde esa estación hasta San Gabriel.

-¿Tiene ya claro qué se va a hacer con el párking de Padre Esplá?

No; no lo tengo claro. Sí tengo claro que tienen razón los comerciantes y los vecinos. Entiendo las posturas de unos y otros. En lo que trabajamos ya es llegar a un consenso sin vencedores ni vencidos. Es lo mejor para solucionar temas que se acaban enquistando durante muchísimos años. Y no quiero volver a hablar de este parking dentro de dos años; quiero que esté hecho ya el proyecto que se decida por todas las partes que hay que llevar adelante.

-Para enquistamiento, el de la revisión del Plan General. ¿Cree normal un plazo de 10 años para completar el trabajo?

[Risas]. No creo que sea normal un periodo de diez años, ni tampoco veo normal que cuando se elige un equipo redactor, éste no sea profesional y haya que volver a empezar de nuevo, que es lo que ha ocurrido. Ahora no se puede decir que el plan esté parado. El actual equipo redactor lleva algo más de un año de trabajo con dos exposiciones públicas y, posiblemente, haya una tercera porque hay mucho interés en que el nuevo Plan sea el mejor posible y tenga en cuenta a los ciudadanos. Las prisas no son buenas consejeras y, tras 10 años, se puede esperar unos meses más y lograr el mayor consenso que se pueda.

-Con los últimos datos del paro y el pinchazo inmobiliario, ¿le preocupa el futuro económico, social y asistencial de la ciudad?

No se puede imaginar hasta qué punto me preocupa. Nadie se imagina lo que supone leer cada día las cartas que leo de personas en esta ciudad que no tienen ni para comer, que tienen que cambiar a sus hijos de colegio porque no pueden pagarlo, que están al borde de la desesperación. No sólo es preocupante; afecta a nivel personal. Ya está bien de andar tapando la situación real que estamos pasando con el aborto u otros temas, que me parece bien que exista el debate social, pero que se empiecen a preocupar un poco de verdad por la situación que muchas familias de Alicante están sufriendo y vienen al Ayuntamiento, que es lo que tienen más cerca. Ojalá Zapatero pasara por las ciudades y los pueblos y se le dijera a qué situación se nos ha llevado. Ya está bien de que la oposición tire piedras y porquería contra la ciudad, y nadie de la oposición haya ido a Madrid a pedir explicaciones a Zapatero de por qué en Alicante el índice de paro ha subido como lo ha hecho y por qué hay personas que sufren altas cotas de miseria cuando hasta ahora vivían con normalidad.

-Además de los servicios y la construcción, ¿qué alternativas tiene Alicante para generar empleo y bienestar?

¿Qué posibilidades puede tener cualquier ciudad española en la situación actual? Dígame una sola. Si alguien me dice qué posibilidades hay, nos ponemos en marcha. Una administración local está totalmente limitada por todos los lados. Que sea el verdadero responsable quien responda. Lo único que podemos hacer nosotros, ya lo estamos haciendo desde los Servicios Sociales en la medida de nuestras posibilidades, que son muy pocas.

-En el campo del turismo, Alicante parece resignada al "sol y playa". Faltan alicientes y oferta complementaria.

Entonces, ¿necesitamos centro de congresos o no? El modelo de "sol y playas" es un gran modelo y quien diga lo contrario, desconoce lo que significa en la Costa Blanca. Podemos mirar hacia atrás y comprobar los museos que había antes y los que hay ahora, a los que se sumará en breve el Museo de Arte Contemporáneo, el Maca. Podemos comprobar otras ofertas del presente, que van del mundo festivo al golf, pasando por las competiciones deportivas como la Volvo y la Med Cup. La oferta complementaria de la ciudad es muy buena y, de hecho, agosto, que no ha sido bueno en muchos sitios, no ha sido malo en Alicante.

-¿El abandono de Tabarca se mantiene adrede para perpetuar su encanto medieval?

La isla tiene un problema: demasiados padres. Y cuando se tienen demasiados padres, nunca se sabe quién tiene la razón. A partir de ahí, en la paternidad que compete al Ayuntamiento y la Generalitat, a finales de año comienzan las obras de urbanización de la isla, se va a finalizar de una vez la reforma de la iglesia tras la quiebra de la empresa y vamos a iniciar también este año las obras del paseo.

-Otro enclave histórico-turístico, el Casco Antiguo, no termina de integrarse en la ciudad.

La inversión que se ha hecho en el Casco Antiguo es superior a la de cualquier otro barrio de la ciudad. Es cierto que cuesta mucho ver el resultado final porque las obras se hacen poco a poco. Si comparamos el Casco Antiguo con el de hace 15 años, sí que se verán las diferencias. Estas actuaciones y otras proyectadas como el Maca y las del Patronato de la Vivienda tienen el objetivo común de que haya un flujo continuo de personas en el Casco Antiguo. Dotar de vida a un barrio es la mejor medida para conseguir su rehabilitación. En esas obras se incluye la reforma del Claustro de San Nicolás y adecentar los accesos. El Casco Antiguo es como el TRAM: nunca se acabará de trabajar en esta zona.

-Ahí, en el Barrio, los vecinos llevan soportando durante muchos años la tiranía del ruido nocturno. ¿Por qué en Alicante se consiente que el negocio de los pubs se anteponga al derecho al descanso?

Eso no es cierto. El descanso está por encima del ocio y, además, desde hace meses se vigila que todos los locales cumplan la limitación acústica y hay establecimientos que tienen que cerrar por ello. En el Casco Antiguo, si los pubs respetan el cierre de ventanas y la doble puerta, los ruidos serían apenas imperceptibles. De hecho, ahora se trabaja por la brigada de Urbanismo en esa limitación acústica y demás medidas. Es verdad que es muy difícil conciliar la vida residencial y la nocturna, y no se llegará jamás a una entente del todo cordial, pero sí creo que la administración debe velar por el derecho al descanso. Ahora, no debemos dar la espalda a la realidad de que la gente sale y acude a los locales, que están donde están.

-¿Cree necesario endurecer las medidas contra el botellón?

Como sucede con el ruido nocturno, el Ayuntamiento y la Policía Local trabajan para preservar el derecho al descanso y combatir los efectos negativos del botellón, pero también considero que, además de las medidas coercitivas, hay que proporcionar a los jóvenes otras alternativas de ocio distintas a la de la bebida.

-Presume de su buena relación con la Generalitat, pero, ¿no tiene envidia sana del desarrollo de la ciudad de Valencia en los últimos años? ¿Cree que hay motivos para el agravio comparativo?

Alicante es la capital de esta provincia y debe ejercer esa capitalidad. Las comparaciones nunca son buenas, y creo que son dos ciudades muy diferentes, en muchos aspectos, como la población. Estamos en el camino de que Alicante se empiece a situar donde le corresponde con las obras ejecutadas y proyectadas, con la Ciudad de la Luz, el futuro Centro de Congresos, el acceso sur, los grandes eventos deportivos como la Volvo. Todos juntos. Que Alicante sea una sola voz y no empiecen a distorsionar. No vamos a conseguir nada ni criticando a Valencia, ni comparándonos con ella. Eso que lo hagan otros, pero no nosotros.

-En los pasillos del Ayuntamiento se comenta que está usted muy sola al frente del equipo de gobierno, que le faltan concejales con más peso político a su lado.

No estoy sola; estoy muy bien acompañada. ¿Falta de peso político? No sé si lo hay o no, lo que sí le puedo asegurar es que el equipo que tengo, si se caracteriza por algo es por la lealtad y la honestidad, y le puedo asegurar que dedican muchas horas al día, mañana, tarde y noche para sacar adelante su trabajo. No voy a permitir más que se comente esa falta de peso político o de trabajo por parte de algunos concejales porque no es cierto. Estoy encantada de trabajar con esta gente, que ha sido mi verdadero apoyo durante este año como alcaldesa.

-¿Y qué opina de la labor de oposición del grupo socialista y de su portavoz Roque Moreno?

El grupo de la oposición está exactamente igual que Zapatero.

-¿Cómo?

En un continuo proceso de desaceleración.

-¿Está satisfecha de los cambios que efectuó en su equipo de gobierno?

Sí, muy satisfecha. Es un gran equipo, y no hablo solamente de los concejales.

-¿Sigue convencida de la necesidad de reforzar la presencia de la Policía Local en la calle y, en especial, contra la venta ilegal?

Sí, y se va a seguir luchando contra la venta ilegal. Si la gente que vive y trabaja en esta ciudad tiene que cumplir con unos requisitos, los demás deben tener las mismas obligaciones. Eso es lo único que se pretende.

-A usted se le reconoce en el último año su omnipresencia en fiestas, barrios y reuniones con colectivos. ¿Para cuándo las decisiones de mayor calado y la gestión de iniciativas de largo aliento?

¿Decisiones de gran calado? ¿Como la entrada sur a la ciudad? ¿Como la continuación de la Vía Parque? Ambas ya están en marcha. ¿Como la remodelación de la Plaza del Ayuntamiento, que acabará en tres meses? ¿Como la remodelación de la antigua Fábrica de Tabacos? ¿Como actuar sobre el Castillo de Santa Bárbara, algo que hasta ahora no se había hecho? ¿Como llevar adelante la gran actuación deportiva en los espacios centrales de la Vía Parque por más de cinco millones de euros? ¿Como el Paseo Joan Fuster de San Gabriel? Lo que quiero decir es que se puede estar en todos los sitios y trabajar en la toma de decisiones importantes. Quizás se fijan más en una fotografía de la alcaldesa en la "poalá" y pasan más por alto la decisión sobre las obras, pero eso es normal y no significa que no se trabaje en los grandes proyectos de la ciudad y yo esté donde debo: en la calle, porque es en la calle donde a mí me quieren ver y yo me tengo que enterar de la situación de la ciudad. Y quien no lo entienda así es que no entiende lo que es el trabajo de un alcalde.

-Si le menciono el "caso Gürtel", ¿usted qué dice?

¿Yo qué digo? Le digo que como yo he tenido que vivir en mi vida tantas injusticias en el sentido más amplio de la palabra. Como me he sentido juzgada tantas veces, en lo que respecta a la Comunidad Valenciana del "caso Gürtel", que es muy amplio, ahora que lo han archivado, ya han conseguido lo que querían, que es hacer daño. Daño a nivel profesional, pero lo que es aún muchísimo peor, hacer daño a nivel personal. Por mucho archivo que haya habido, el daño ya lo han hecho. Y, al final, nadie saldrá diciendo: "Veis, lo han archivado". No. Te lo tienes que comer; te lo tienes que tragar, echar a la espalda y decir: "Ya llegará el siguiente que me quieran echar encima". Yo llevo tres. El daño político es importante porque la gente empieza a juzgarte por lo que lee o escucha, pero el daño personal jamás nadie sabrá lo que significa. A mí me lo han intentado hacer tres veces y estoy segura de que no serán las únicas. Van a seguir intentando lo que no consiguieron en las urnas ni en los juzgados, aunque no lo lograrán porque no hay motivos. Pero seguirán intentando hacer daño, como han pretendido con el "caso Gürtel".

-Después del escándalo de los trajes y los contratos con la trama corrupta, ¿sigue creyendo a pies juntillas en Francisco Camps?

Ya lo dije al principio. Por muy pocas personas pondría yo la mano en el fuego, pero en el caso de mi presidente le puedo asegurar que lo dije desde el principio. Porque lo ha demostrado, es un gran político, pero sobre todo es una gran persona y una de las personas más honestas que yo he conocido. Y le puedo asegurar que si no lo pensara, no diría lo contrario, pero no le diría nada. Si lo digo es porque lo pienso. Creía antes, creo ahora y seguiré creyendo en Camps mientras esté y mientras no demuestre lo contrario, cosa que hasta ahora no ha hecho.

-¿Comparte las denuncias de su partido sobre escuchas ilegales y persecución al PP desde altas instancias del Estado?

Sí. Absolutamente. Y no me pregunte por qué, pero sí, absolutamente.

-¿Y cómo lleva lo suyo con José Joaquín Ripoll?

La familia, bien, gracias.

-Lo digo porque se avecina nueva batalla por el control de la agrupación local del PP.

Yo, con Joaquín Ripoll, bien. Mantenemos una relación cordial, él forma parte de este Ayuntamiento, del equipo de gobierno, es el presidente provincial de mi partido, presidente de la Diputación y, como tal, mantenemos una relación cordial.

-De la batalla de la agrupación local, prefiere no hablar.

Prefiero no hablar porque hay cosas que hay que hablar en el momento que toque.

-¿Qué opina sobre la moción de censura presentada en Benidorm?

El señor Alarte, entre otros, es el primero que debe dimitir. Si no ha sido capaz de imponer su autoridad sobre un grupo de ediles en Benidorm, tampoco puede plantear su liderazgo en la provincia de Alicante y, menos aún, en la Comunidad Valenciana. Está absolutamente desautorizado, al igual que Leire Pajín, de la que hay que decir lo mismo: si no pone orden en su pueblo, no quiero imaginarme su capacidad para imponerse a escala nacional.