El juzgado de Instrucción 1 de Alicante ha reabierto, por orden de la Audiencia y a petición de la familia, la investigación por la muerte de un interno del Psiquiátrico de Fontcalent tras incendiarse su celda a principios de año. La madre del fallecido se ha personado en la causa para conocer las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento y que se esclarezca si hubo alguna negligencia.

"Sabemos que la puerta estaba atascada, que se metió un extintor por la trampilla y que desde fuera se intentó paliar el incendio. También que desde que ocurrió el suceso hasta que fue trasladado al hospital -donde falleció días después- pasó un tiempo, en el que puede que estuvieran asistiéndole en la enfermería del centro. Queremos que se aclaren todas las circunstancias y saber si el fuego se originó por un mechero y si de ser así funcionó el detector de metales o si se utilizó algún acelerante", argumenta el letrado de la familia, Juan Carlos Flores. El abogado incide en que "no sospechamos nada, pero queremos saber cómo ocurrió todo exactamente y si al final de la investigación tenemos alguna sospecha, pediremos la imputación de quien corresponda".

Tras la muerte, el juzgado cerró el caso y la familia recurrió ante la Audiencia, que recientemente ha ordenado su reapertura para que se esclarezcan las causas. Por el momento, el juzgado ya ha citado a algunos testigos y ha solicitado un informe al Psiquiátrico y el historial médico del fallecido.

A instancia de la familia, el magistrado también ha pedido tanto al Defensor del Pueblo como al juzgado de Vigilancia Penitenciaria que aporten los informes que realizaron este año sobre las deficiencias en el Psiquiátrico de Fontcalent.

En el informe elaborado por la anterior juez de Vigilancia Penitenciaria, Montserrat Navarro, en febrero se hacía referencia la falta de seguridad en las instalaciones, al déficit de profesionales para garantizar un buen control y a la carencia de un protocolo contra incendios, como también denunciaron los sindicatos días después del fallecimiento del interno. El informe se realizó en un periodo de gran tensión y malestar entre los trabajadores, pues días antes del incendio otro interno intentó estrangular a una enfermera y poco después otro quiso quitarse la vida.

En abril, el Defensor del Pueblo exigió mejoras en el Psiquiátrico por la masificación y la falta de recursos.

Estos dos informes se aportarán a la investigación que, por el momento, no ha hallado ningún motivo de negligencia, según confirmaron a este diario fuentes judiciales.

El incendio se produjo en la celda del interno, natural de El Puerto de Santa María (Cádiz), el 13 de enero, pero el herido falleció 20 días después en el Hospital General de Alicante por graves quemaduras.

Según pudo saber este diario, el incidente se agravó porque la puerta de la celda se quedó bloqueada por la dilatación de las juntas y no podía abrirse, por lo que los funcionarios recurrieron a una "pata de cabra" para poder acceder al interior y rescatar al interno, que padecía esquizofrenia y cumplía con una medida de seguridad por un robo con violencia.

Tras el incidente, los sindicatos, la Junta de Personal y el Comité Intercentros difundieron un comunicado para desmentir al director y asegurar que no existía protocolo antiincendios ni plan de emergencias ni de evacuación, además de acusar al gerente de mentir al afirmar que el colchón del interno era ignifugo, ya que el fallecido tenía quemaduras por todo el cuerpo. También rechazaron que se responsabilizara al personal al afirmar que hubo fallos en el control y señalaron que el interno fue cacheado con la raqueta detectora de metales, un sistema que no detecta en el interior del cuerpo los mecheros que se venden en los economatos del Psiquiátrico.