Radiotelevisió Valenciana, entonces bajo la dirección de Pedro García, contrató el alquiler del suministro de pantallas de vídeo, sonorización y megafonía para dar cobertura a la visita del Papa a Valencia en julio de 2006 mediante un procedimiento negociado sin publicidad "en atención a la especialidad y calidad del suministro y por razones de urgencia en la contratación, dado el corto plazo de tiempo con el que se contaba para la celebración del evento", según una respuesta por escrito del actual responsable del ente público, José López Jaraba, a la diputada del PSPV en las Corts Núria Espí. "La excusa de la falta de tiempo es una tomadura de pelo inadmisible", manifestó ayer la parlamentaria.

Al menos desde principios de noviembre de 2005, ocho meses antes del V Encuentro Mundial de la Familia, celebrado los días 7 a 9 de julio de 2006, el Arzobispado de Valencia daba ya por segura la visita de Benedicto XVI a un evento mundial que, para su organización, la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia y la Iglesia constituyeron una fundación el 21 de enero de 2005. En el procedimiento negociado sin publicidad, RTVV invitó a siete empresas a presentar presupuesto y el adjudicatario fue Teconsa, una constructora leonesa vinculada a la trama Gürtel por el pago de comisiones ilegales en la adjudicación de obras en Castilla y León. Según un informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Policía, la televisión valenciana abonó a Teconsa 6,4 millones (sin IVA), de los que cerca de un millón de euros -a través de las firmas con la que subcontrató la adjudicataria y que realmente realizaron el trabajo- fue a parar a firmas de la red Gürtel mediante comisiones.

El expediente se inicia en abril

RTVV inició el expediente para contratar la cobertura televisiva en abril de 2006, resolviendo la adjudicación el 10 de mayo. Previamente, había sido la fundación la que decidió otorgar al ente público la exclusividad de la señal institucional de televisión. La fecha de este acuerdo -que explicaría la premura aludida por Jaraba- resulta indiferente, ya que la entidad controlada por las administraciones del PP conocía muchos meses antes la trascendencia del evento -al que se esperaba la asistencia de un millón y medio de personas- y la presencia del Papa. "Una empresa de la entidad de RTVV perfectamente podía haber previsto las necesidades técnicas del hito, en palabras del Consell, y haber elaborado un proyecto", argumentó Espí, para la que el meollo del asunto es otro: "Si no lo hizo es porque la gestión fue un merengue, como todo lo demás. Cuando Teconsa encontró ya quién se lo iba a hacer y se habían repartido el pastel, es cuando lo pusieron en marcha".