Un día antes de lo esperado las máquinas iniciaron el derribo del coso de los Esplá, situado en el barrio de Los Ángeles, llevándose por delante 52 años de historia taurina y de recuerdos familiares. La suerte estaba echada después de que el Ayuntamiento autorizara al Instituto Valenciano de Vivienda (IVVSA) a derribar la plaza porque los terrenos ocupaban parte de una parcela docente del plan parcial de Benisaudet y, aunque los afectados solicitaron que se retrasara hasta diciembre su demolición para festejar allí dos bodas familiares y un bautizo, no ha habido tregua.

Así, hace algo más de una semana, el organismo autonómico remitió al Ayuntamiento un escrito en el que indicaba que no podía demorar el derribo, pues los trabajos ya estaban adjudicados a una empresa. Aunque la familia sostiene que se les indicó que el día 1 de junio tendrían que haber sacado todas sus pertenencias, los operarios se presentaron ayer en la plaza con las máquinas. Les dieron de plazo hasta primera hora de la tarde para abandonar el recinto, pero aún así muchos recuerdos se quedaron en el interior del coso y de las dos viviendas que lo conforman, de unos 4.000 metros cuadrados en total.

En 2007 el IVVSA finalizó la urbanización del plan parcial, a excepción del área que ocupa el coso, que fue inaugurado en 1958. Allí se han celebrado desde festejos taurinos, a combates de boxeo y los toreros de la familia dieron sus primeros pases.

La indemnización prevista por la demolición llegó hasta el Tribunal Supremo, que revocó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que la fijaba en 220.000 euros. La cantidad volverá a fijarse y la familia será indemnizada, pero la demolición termina con la batalla que inició Francisco Esplá, padre de los matadores Luis Francisco y Juan Antonio, por mantener la plaza de Vistalegre.