El edil de Seguridad, Juan Seva, aseguró ayer que durante Hogueras "el botellón no existe" y que "no se combatirá". Para el concejal beber en la vía pública durante las fiestas patronales "no se entiende como un botellón" y recordó que "la ordenanza municipal contempla excepcionalidades". Lo que sí se combatirá será la venta ilegal de material pirotécnico y se reforzará la persecución de los grupos organizados que distribuyen este material pirotécnico de forma irregular, como afirmó el jefe de la Policía Local, José María Conesa.

El Ayuntamiento ha autorizado a diez casetas y siete establecimientos para vender petardos durante las fiestas, en las que según Seva se extremará el control para que se cumplan las medidas de seguridad y no se distribuya material pirotécnico no autorizado para menores.

Una unidad especializada con 12 policías locales y dos mandos (cuatro agentes más que el año pasado) se ocupará de estos controles, así como el de la venta ambulante en general y la dispensación de bebidas alcohólicas en las vías públicas.

El control de material pirotécnico la campaña ya ha comenzado y se divide en dos frentes de actuación. El primero es la inspección de los establecimientos autorizados, para comprobar si los lugares donde se comercializa con estos productos cumplen con las condiciones de seguridad y almacenaje. El segundo, es el control y vigilancia de la venta ilegal de material pirotécnico, sobre todo en "los recorridos oficiales de los desfiles y el Paseo de Gómiz".

El inspector José Montañez indicó que se un control especial de los grupos organizados que se asientan en la ciudad durante las fiestas para vender productos pirotécnicos de forma irregular. Al respecto, recuerda que durante el año pasado se detectó la presencia de varios de estos grupos y se intervino numeroso material pirotécnico en una caravana.

Al respecto, consideró que esta "será una prioridad" pues aludió al peligro que supone el almacenamiento y transporte irregular de la pirotecnia.