El Ayuntamiento ha dado un paso más para la llegada de Ikea al aprobar la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá que la multinacional pueda instalarse en los terrenos de Rabasa. El cambio fue expuesto al público el pasado febrero y ahora la Junta de Gobierno Local le ha dado el visto bueno después de que la Conselleria de Comercia haya permitido realizar más adelante los informes sobre el impacto en el tráfico y el medioambiente y tras haber rechazado todas las alegaciones presentadas por grupos políticos, sociales y comerciantes. La mayor parte de esas alegaciones se refieren a la suspensión cautelar del plan parcial promovido por Enrique Ortiz, pero desde Urbanismo aseguran que es una forma de "dejar el camino andado" si llega el momento en el que se levanta dicha medida judicial adoptada por el Tribunal Superior de justicia.

La modificación se realiza sobre el artículo 95 del Plan General, que regula la actividad comercial en la ciudad y que permitiría que la multinacional sueca se instalara en Rabasa. Esta decisión fue expuesta al público y recibió cuatro escritos de alegaciones. Una de ellas fue la del colectivo de Iniciativas Ciudadanas, que alegaba que era imposible aprobar una modificación del planeamiento con la actual suspensión judicial del plan y consideraba la actuación "perjudicial para los intereses del pequeño comercio y de la ciudad". Desde el Colectivo de Comerciantes por Alicante, Pedro de Gea incidió en la "falta de justificación para una implantación comercial como la que se pretende", mientras que Miguel Ángel Pavón, en representación de Esquerra Unida, también se opuso a la modificación del Plan General aludiendo a la suspensión cautelar del plan y al "impacto negativo" sobre el comercio y la movilidad, por lo que proponía que destinase ese espacio en Rabasa a la creación de un cinturón verde. Por su parte, el portavoz del grupo municipal socialista, Roque Moreno, argumentó que se trataba de "un error poner en peligro" la instalación de Ikea en Alicante por vincularla al plan Rabasa, cuyo futuro está en manos de la justicia.

Desde Urbanismo han rechazado todas estas alegaciones, al considerar que la modificación del Plan General "no está directamente afectada por la suspensión jurisdiccional del plan parcial". No obstante, el delegado de Urbanismo, Alfonso Mendoza, explica en su escrito "no se realizará ningún acto de ejecución del Plan Parcial Lagunas de Rabasa mientras no se alce la suspensión que actualmente pende sobre el mismo", si bien "ello no debe impedir que se vaya avanzando en los procedimientos" urbanísticos. como la dicha modificación puntual, para que "si en un momento dado desapareciera el obstáculo" judicial "la materialización de la implantación comercial que se pretende tenga el terreno andado".

Paralelamente a las alegaciones, la Conselleria de Comercio remitió un informe en el que exigía un estudio sobre el impacto de tráfico y medioambiental de Ikea antes de dar su visto bueno a la modificación del PGOU. No obstante, Comercio aceptó después la petición municipal de que esos informes se realicen "a posteriori, una vez se conozcan las características concretas del plan".

Se trata de un paso más en la instalación de la multinacional sueca, si bien después deberá hacerse una modificación del plan parcial. También está pendiente la aprobación definitiva del convenio entre el Ayuntamiento, Ikea y Ortiz que ya fue expuesto al público para implantar Ikea en Rabasa.