¿En qué consiste la campaña (promovida por Pfizer Salud Animal)?

Se trata de informar al veterinario, como nexo de unión con la población, para que sepa que, aparte de mosquitos y pulgas, las garrapatas, de toda la vida abundantes en el arco mediterráneo, no dejan de proliferar últimamente debido al cambio climático. El perro es puente entre la especie humana y una serie de parásitos que hay en el campo y en las zonas abiertas y ajardinadas, como la garrapata, que coloniza perfectamente en nuestro ambiente.

¿Es Alicante zona de riesgo?

Toda la región mediterránea es una de las más peligrosas de España en cuanto a la presencia de la garrapata común o parda, por su clima benigno incluso en invierno, como en Alicante, donde también influye el modelo de urbanismo, con adosados llenos de jardincitos con perros. Se puede decir que el 100% de los canes de la costa mediterránea se ha contagiado alguna vez de garrapatas: cualquier perro que vive en una zona ajardinada tiene un altísimo riesgo porque los huevos se quedan en puertas, paredes, rendijas, sitios en los que pueden vivir, y dentro de una casa les da igual picar al perro que a un niño.

¿Se puede hablar de plaga?

La UE está preocupada desde hace cinco años porque existe una tendencia y abundancia en todo el Mediterráneo. Las garrapatas están seis u ocho días en el perro, y caen al suelo para poner los huevos. Bastan dos en un jardín para que crezcan millones en unos meses ya que pueden vivir hasta un año sin comer en un sitio en el que haya una humedad entre el 20 y el 60 por ciento. Cuando el propietario se da cuenta ha pasado ese año y el jardín está lleno, pica a la familia y a los niños.

¿Qué enfermedades causan?

Según estudios, cada año enferman en España unas 10.000 personas de afecciones provocadas por las garrapatas. La borreliosis es la más frecuente, y sus consecuencias van desde eritemas en la piel a afecciones nerviosas, articulares y de corazón, y en los niños encefalitis o parálisis facial. No mata pero sin tratamiento antibiótico te puede dejar en silla de ruedas. En el arco mediterráneo es más común la fiebre botonosa.

¿Qué síntomas tiene?

Fiebre alta, pero no tan incapacitante como en la borreliosis, puntos rojos o sarpullidos en la piel y dolores articulares. Una señal puede ser encontrarse en la piel una peca nueva del tamaño de la uña del dedo meñique. No hay que alarmarse ni temer por nuestra vida y si en tres o cuatro no días no empeoramos no pasa nada. Si una persona vive en zona de riesgo, sufre fiebre y le aparecen ganglios, habría que acudir al médico y que evalúe porque pueden ser una picadura. Aunque no todas transmiten enfermedades sí entre un 10 ó 15%. No es como en Turquía y los Balcanes, donde mueren unas 2.000 personas al año por un virus hemorrágico que causa la garrapata de allí. La UE está discutiendo su incidencia epidemiológica porque hasta ahora los Balcanes impedían su extensión pero existen movimientos de vacuno silvestre incontrolado.

¿Cómo se puede prevenir?

El perro que vive en un piso tiene menos riesgo que el callejero, que es una bomba, o el de guarda, pero con el clima de Alicante hay que mirarlo ya que la única forma de evitar que entren garrapatas en el jardín, en la caseta o en la casa es cuidando y explorando al perro. Algunos propietarios, sobre todo en zonas de campo, dicen que se contagian porque las ovejas pastan cerca pero ellas no entran en los jardines ni las garrapatas caminan. La protección química es lo más eficaz, y lo mejor es ir al veterinario, que dispondrá la pauta de tratamiento según el peso del animal con amitraz, la molécula activa que mejor actividad tiene contra estos ácaros y que tiene 40 años. Antes tenía que ponerse en el collar o bañar al animal con el producto pero ahora hay una formulación líquida en pipeta que el veterinario administra al perro sobre la piel. El tratamiento hace expulsar las garrapatas al encontrarse en un sistema hostil y es preventivo durante dos meses.